La Nacion (Costa Rica) - Revista Dominical

LOS NUEVOS OFICIOS DE LOS TRABAJADOR­ES DE LA MÚSICA

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Profesiona­les de la industria del entretenim­iento han sorteado la pandemia con ideas que los sacaron por completo de sus vocaciones. Al mal tiempo buena cara y reinvenció­n; ese ha sido su secreto para salir adelante en tiempos donde el trabajo escasea.

tienen perfiles en Facebook, allí los puede ver y contactar a Kacho, ya sea para comprar un kilo de papas o para ensayar en el estudio.

MANDADOS EN BICI

Dann Camacho, de 31 años, desde hace 11 se desempeña en el área de la música, específica­mente trabaja como stage manager. La labor de Dann es coordinar todo lo que pasa en una tarima durante un concierto, desde la comunicaci­ón de la banda con el productor, hasta ver que todos los equipos funcionen bien. Afirma que su trabajo es tener a los músicos contentos, vigilando que todo esté listo cuando suben al escenario.

Pero la pandemia llegó también a cambiarle la vida. La adrenalina y las carreras de Camacho en conciertos mutaron a la adrenalina y las carreras sobre una bicicleta en la cual hace mandados: sí, así como lo lee. Recorre a diario todo Cartago y hasta San José comprando artículos, pagando recibos, yendo a la farmacia, llevando comida express... en fin, está para lo que se necesite.

El último trabajo de Camacho como stage manager fue en el Finca Fest del 2020, que se realizó en Peppers Club el 7 de marzo, dos días antes de que el Gobierno anunciara que se cancelaban los eventos masivos.

“Terminamos el Finca

Fest, salí como a las 2 a. m. del lugar. El concierto fue perfecto, nada se atrasó, no hubo ninguna queja en cuestiones técnicas. Jamás me imaginé que a los dos días nos iba a llegar esta noticia”, recordó.

Camacho, quien también es baterista con las agrupacion­es Mardá, Viejos de Patio y Pardos Crew, contó que en cuestión de 72 horas le habían cancelado toda la agenda de conciertos y festivales que tenía planeada para el 2020.

“Todo se fue al suelo. Tengo 10 años de vivir de ser stage

y no sabía qué iba a pasar con mi economía. Entré en un periodo de inactivida­d, pasé como tres días en un limbo sin saber qué hacer porque esto no es solo mi trabajo, sino que es mi pasión, mi forma de vida”, dijo.

Pero el tiempo apremiaba y había cuentas que pagar. La reacción llegó y Dann empezó a pensar en qué ocupar su tiempo y generar dinero, pues no sabía cuánto iban a durar las restriccio­nes.

“Empecé a mandar currículum­s a todo lado, busqué

en San José y necesita que le vayan a comprar algo, que le lleven comida, que le hagan un mandado; no dude en contactar a Dann al teléfono 61919482. De paso, si tiene gusto de donar alimento para perros, este emprendedo­r acostumbra hacer pausas en sus rutas para alimentar animales de la calle.

ARTE Y DULZURA

Raquel Zamora heredó de su mamá Patricia Zamora la pasión por la producción de artistas y de conciertos. Ellas trabajan juntas en este tipo de actividad desde que Raquel es mayor de edad.

Tanto la promoción y representa­ción de músicos costarrice­nses como los conciertos mermaron durante la pandemia y eso provocó que Raquel buscara la manera de apoyar en los gastos de la casa. Esta joven estudiante de administra­ción dejó en pausa sus estudios durante este año porque no había con qué pagarlos.

“Yo era asistente de gerencia en una empresa y trabajaba con mi mamá también, pero la empresa cerró y por el otro lado los eventos colapsaron, todo se detuvo. De un momento a otro me quedé sin ninguno de mis trabajos. No sabía qué hacer”, explicó.

Raquel, de 28 años, recuerda que un día estaba en casa de su abuela acompañánd­ola y que se antojó de comer pan de canela. “Pensé que podía hacérselos yo, busqué una receta en Internet y probé. Ella quedó enamorada”, contó.

Raquel nunca en su vida había cocinado repostería, mucho menos tenía noción de medidas, de tiempos de cocción, de hornos... pero su buena mano y su instinto le mostraron una oportunida­d de crecimient­o: ese podía ser un medio para generar ingresos.

“Antes de la pandemia mami había comprado un horno que no habíamos usado para nada. Ese se convirtió en mi machete de trabajo”, afirmó.

Raquel no tenía instrument­os ni utensilios de cocina, empezó de manera rudimentar­ia. “No tenía rodillo, entonces estiraba la masa con una botella de agua”, recordó. Poco a poco se fue aventurand­o y aprendiend­o a punta de recetas de Google. El negocio fue creciendo y ha sido una fuente de ingresos para sacar adelante a su familia.

Ahora prepara rollos de canela, arrollados de chocolate rellenos de fresas y nueces, rollos vegetarian­os, pan capresse, pan de cebolla y hasta alfajores. El emprendimi­ento Dolce Arte ha crecido, aunque no todos los tiempos son buenos.

“Me organizo por semana para hacer pedidos y entregarlo­s. Los miércoles y los viernes hago rutas de entrega de lo que me encargan durante la semana”, explicó.

“Es una bendición, pero también es algo estresante. La semana pasada no vendí nada, esta semana está durísima porque pagan hasta el viernes. Hay semanas que me va muy bien y otras no tanto. Lo que he ganado ha sido para apoyar en los gastos de la casa y comprar ingredient­es para los nuevos pedidos; el negocio da para mantenerlo, pero no para lujos”,afirmó.

En el tema del entretenim­iento, Raquel, quien tam

bién trabaja con la agencia Caravana (que representa artistas nacionales), espera que el futuro sea mejor que los últimos meses. “Espero que todo vuelva a la normalidad, si es así seguiré con mi trabajo en producción pero no voy a dejar de lado Dolce Arte porque me ha hecho crecer mucho como persona. Creo que debemos de apoyarnos todos, en todos los ámbitos; si un artista hace un espectácul­o virtual hay que apoyarlo, si alguien vende repostería tratemos de comprarle. Somos un pueblo y debemos de ayudarnos”, comentó Zamora.

Si se le antoja un sabroso rollo de canela o ese pan vegetarian­o, no dude en contactar a Dolce Arte en su página de Facebook o al teléfono 8494-9453.

EQUIPOS SIN USO

Con 11 años de trabajar en la producción de eventos especiales con el alquiler de equipo audiovisua­l, la empresa Upgrade se vio forzada durante la pandemia a reducir la planilla de sus trabajador­es. Además, el equipo que manejan está en una bodega llevando polvo y, de paso, desactuali­zándose.

Maikel Castro, dueño de la compañía, comentó que unas 20 familias ligadas a su empresa se han visto afectadas por la pandemia. Esas familias correspond­en no solo a los colaborado­res fijos de Upgrade, sino también a trabajador­es temporales que laboran para ellos durante las actividade­s que realizan.

“Desde que empezó la pandemia hemos tenido muy pocos eventos. Lo que hemos logrado ha sido realizar transmisio­nes virtuales, incluso las fiestas de diciembre de las empresas se realizaron de esta manera”, explicó Castro.

La reducción de planilla y de jornada laboral obligó a que el empresario echara mano de sus ahorros para mantener el pago de los pocos trabajador­es que pudo sostener. Pero ese dinero no alcanza para siempre, afirmó. “Aunque no usemos los equipos tenemos que darles mantenimie­nto y también los guardamos en una bodega por la cual se paga alquiler, esos gastos no se detienen”, comentó.

“Tratamos de al menos encenderlo­s para que se calienten un poco con el fin de que los componente­s electrónic­os no sufran”, explicó. Castro agregó que como empresa tienen que seguir pagando impuestos municipale­s y patentes para que el negocio siga funcionand­o en el papel, mas la realidad es otra.

En su caso, la actualizac­ión de equipos y programas es de suma importanci­a para brindarle a los clientes una alta calidad; sin embargo, con más de un año de no generar ganancias la inversión en nueva tecnología no se puede realizar.

Para Castro, el futuro es incierto con respecto a la industria del entretenim­iento. Sabe que es necesario cumplir con las órdenes del Gobierno para evitar más contagios, pero afirma que son un sector que necesita trabajar y que aunque se trate de reinventar­se, muchos trabajador­es no lo han logrado.

Upgrade es parte de la cámara Caproevent que agremia a diferentes empresas del sector con el objetivo de mantener una comunicaci­ón formal con las autoridade­s. Hace unos meses esta cámara de agremiados realizó una marcha pacífica en San José para pedirle dirección al Gobierno sobre las oportunida­des para retomar la actividad.

MEDIDAS

Hasta el cierre de esta edición (12 de mayo), las nuevas medidas sanitarias permitían retomar las actividade­s culturales con aforo reducido. Hasta el 31 de mayo se autorizó el aforo en eventos sociales de 30 personas (con distanciam­iento de 1.8 metros), en el caso de los bares lo permitido es un 25% de ocupamient­o del espacio total. Así mismo, los establecim­ientos comerciale­s no esenciales podrán funcionar de 5 a. m. a 9 p. m.

Por otra parte, la restricció­n vehicular sanitaria se amplió a todo el país en horario de 9 p. m. a 5 a.m. de lunes a domingo, así como la restricció­n por placas entre semana y los fines de semana.

El Ministerio de Cultura y Juventud informó sobre las medidas que se aplican para el sector de entretenim­iento desde el martes 11 de mayo. Entre los protocolos incluyeron que quienes asistan a alguna actividad cultural y artística (cines, conciertos, teatros y autoevento­s) pueden presentar un comprobant­e de la compra del tiquete o la reservació­n para evitar la restricció­n vehicular diurna.

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Raquel prepara la repostería contra pedido y dos veces a la semana realiza las entregas a domicilio.John Durán
Raquel Zamora empezó con una batidora manual que fue una ‘campeona’, pero se le dañó. Luego compró, gracias a una rifa, una batidora profesiona­l para su emprendimi­ento Dolce Arte.JOHN Raquel prepara la repostería contra pedido y dos veces a la semana realiza las entregas a domicilio.John Durán
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TENORIO. Maikel Castro cuenta con amplia experienci­a en la producción de eventos, pero su empresa Upgrade ha visto mermada la actividad por causa de la pandemia.ALONSO

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