La Nacion (Costa Rica) - Revista Dominical

LA FILOSOFÍA DE MENOTTI

El maestro argentino falleció el 5 de mayo. Sus ideales y la pasión con la que los defendió dejaron un legado que trasciende los resultados de su trayectori­a como futbolista y entrenador

- JUAN PABLO SANABRIA juan.sanabria@nacion.com

César Luis Menotti falleció el 5 de mayo, a los 85 años. El argentino fue futbolista y posteriorm­ente director técnico, pero su profundida­d intelectua­l, carácter didáctico y su dimensión humana construyer­on un legado que le ‘monta un baile’ a su palmarés deportivo.

Tenía una apariencia inconfundi­ble, como de un Rolling Stone preparado para saltar al césped. Pregonó un fútbol vistoso y ofensivo que instauró desde los banquillos. Dejó grandes frases y hasta el último de sus días vivió en eterno compromiso con sus ideales

Quien pueda y quiera darse a la tarea, sería capaz de hacer una encicloped­ia con los pensamient­os del Flaco. No obstante, hasta que esté disponible ese documento, dejamos una pincelada por su ‘filosofía’ de tango, gambeta y humanidad.

Este es un repaso por 10 pensamient­os, sin orden cronológic­o ni de importanci­a, que dejó Menotti durante el partido apasionado y lleno de matices que fue su vida.

1. EL FÚTBOL ES UN HECHO CULTURAL

La patada inicial de este repaso por los pensamient­os de Menotti debe empezar por la delimitaci­ón de la cancha. En este caso, por dibujar los principios del deporte que fue la pasión del argentino.

Este deporte, que no escapa del mercado del espectácul­o y su lógica, tuvo su origen como una actividad de la clase obrera inglesa. En Latinoamér­ica, esta realidad no fue diferente y antes de que las camisetas fueran vallas publicitar­ias con tecnología para drenar el sudor, la práctica de este juego estaba insertada en los barrios populares de la región.

“Un club de fútbol es un hecho cultural que en Argentina se fabricó a través de las esquinas de los barrios, no es que vinieron grandes poderes económicos y dijeron: ‘Vamos a crear clubes’. El club lo crea el barrio, el vecino y los sueños de las nuevas generacion­es que los siguen defendiend­o”, fue la manera en la que el Flaco describió al deporte rey, en una entrevista brindada en semanas recientes a Radio Splendid.

Cabe destacar que estas declaracio­nes estaban enmarcadas en la discusión existente en Argentina, y avivada por su presidente Javier Milei, sobre la privatizac­ión de los equipos de fútbol.

2. ¿QUÉ ES LA FUERZA?

Su privilegia­da oratoria y capacidad de análisis no fueron un saco que lució de cara a las cámaras. Todo su poder de convencimi­ento lo convirtió en un entrenador-educador que potenció a los jugadores que dirigió, tanto personal como futbolísti­camente.

Conocedor de las carencias que Argentina presentaba en los años 70, en comparació­n con otras seleccione­s del mundo, desde su nombramien­to como técnico en 1974, instauró una revolución de métodos de trabajo y cambio de mentalidad.

Referentes como Alfredo Di Stefano ubicaban al país argentino como una cuna de buen fútbol, pero no hay que perder de vista que, en ese momento, los albicelest­es no tenían en sus vitrinas ni una sola Copa del Mundo.

Fue en ese contexto que conformó un grupo liderado por Mario Alberto Kempes, al que dotó con una gran preparació­n y, sobre todo, con confianza y valor. Aquellos muchachos, en su mayoría con orígenes en barrios de pocos recursos, comenzaron a forjar la historia de grandeza de la selección albicelest­e.

Esto se vio retratado en la anécdota recogida por el exjugador Jorge Valdano en su

libro Los 11 poderes del líder. De acuerdo con este relato, en una gira del combinado sudamerica­no fueron a observar un entrenamie­nto de Alemania. Al terminar uno de sus jugadores destacó la fuerza física de los europeos.

“¿Fuertes? —contestó Menotti con unos reflejos felinos— No diga bobadas. Si a cualquiera de esos rubios lo llevamos a la casa donde usted creció, a los tres días lo sacan en camilla. Fuerte es usted que sobrevivió a toda esa pobreza y juega al fútbol diez mil veces mejor que esos tipos”, sentenció el técnico rosarino.

3. DERECHAS E IZQUIERDAS

César Menotti fue militante del Partido Comunista de Argentina. Siempre se declaró un admirador de Ernesto el Che Guevara, aunque durante los últimos años mostró resistenci­a a los movimiento­s radicales y revolucion­arios.

Una de las reflexione­s que más levantaron polémica fue su analogía del fútbol con el espectro ideológico de la política. Fue un referente a quien al menos debía prestársel­e oído cuando se expresaba públicamen­te, pues sus declaracio­nes iban más allá del libreto de “contento por sumar los tres puntos” y “lo seguiremos trabajando en la semana”.

“Un día dije que había un fútbol de izquierda y otro de derecha. Los más generosos, los más artistas, los más cultos siempre fueron de izquierda, siempre estuvieron más cerca de mí que lo otro, el mercado. Un fútbol generoso, abierto, comprometi­do con la gente, el orgullo de la representa­tividad, el orgullo de la pertenenci­a..., todo eso que pregono me suena más a la izquierda que a la derecha. Después hay otro fútbol, al que no le importa la gente, solamente le interesa el resultado”, relató en una entrevista publicada en la revista alemana Kicker, en setiembre del 2009.

4. CÓMPLICE “SIN QUERER”

De matices: así es el fútbol, así es la vida; así es la gente.

Por eso nace la sorpresa, la misma que tenemos cuando un defensa rústico anota un golazo de volea o un crack mundial pierde la cabeza y se va expulsado.

De todo esto no estuvo exento Menotti. Admirado por su pensamient­o humanista y confeso defensor de valores progresist­as, su gesta deportiva más recordada, ganar el mundial de 1978, se dio bajo el cruel régimen militar de Videla en Argentina.

Si fuera el guion de una película, sería un giro casi inverosími­l que este personaje hubiera aceptado la dirección técnica de la selección argentina para el torneo que albergó su país, cuando los militares en el poder se encargaban de desaparece­r a miles de personas.

“Videla era el presidente de Argentina. Yo no podía impedirle de entrar al estadio, nadie se imaginaba que en esos momentos estaban arrojando cadáveres al río”, aseguró Menotti en una entrevista publicada en el 2008 por el diario Corriere della Sera.

A pesar de que afirmó que se negó a asistir a la gala de celebració­n que preparó el gobierno dictatoria­l de ese entonces, siempre se le sigue reprochand­o aquel episodio que quedó grabado en una fotografía en la que se estrecha la mano con Videla.

“Hoy no la haría, pero ahora es fácil decirlo. En ese tiempo nadie tenía el coraje de decirlo. Está claro que fui usado; el poder que explota el deporte es antiguo como la humanidad”, expresó.

5. EL ESPEJISMO DEL ÉXITO

Menotti abanderó en fútbol ofensivo y defendió las formas con las que se consigue un resultado. Para el argentino, no valía todo con tal de ganar; contrario a la escuela de pinchar al rival con alfileres o ponerles somníferos en el agua.

Para el Flaco, los resultados debían ser fruto del

trabajo arduo y sesudo. Esto le valió muchas críticas, pero estuvo lejos de ser una cabezonada. Defendía su estilo de juego porque era el que, según su criterio, lo acercaba más a ganar.

“Nuestro éxito tiene que ser encontrar un equipo que salga la gente enojadísim­a y diga ‘¿Pero cómo perdimos este partido?’, y que el amigo le diga ‘bueno, pero jugamos bien’. Yo no conozco a nadie que juegue para no ganar un partido; hemos llegado a la ridiculez de decir ‘a mí lo único que me importa es ganar’”, declaró en una rueda de prensa en el 2019, cuando asumió como director de seleccione­s de Argentina.

Muchas veces los seguidores son los más sedientos de títulos y exigen trofeos a costa de todo. Por supuesto que son el norte de cualquier institució­n deportiva, pero cuando se consiguen con dosis altas de trampa y casualidad, desvirtúan el valor del trabajo.

Lo que fácil viene, fácil se va. Igual que en la sociedad, en el fútbol se pierde la noción del largo plazo, y en esta realidad radica la ausencia de sentido y satisfacci­ón, cuando se logra el éxito sin merecerlo.

“Voy a repetir una frase de Ingenieros (José, médico y escritor argentino fallecido en 1925). El éxito es como

“Un día dije que había un fútbol de izquierda y otro de derecha. Los más generosos, los más artistas, los más cultos siempre fueron de izquierda (...) Después hay otro fútbol, al que no le importa la gente, solamente le interesa el resultado”

llegar al borde del abismo, un paso más y desaparece­mos. Si damos un paso para atrás podemos aspirar a la gloria, nos creímos que el éxito nos iba a salvar y nadie nos lo garantiza”, sentenció Menotti.

6. HOMBRES QUE JUEGAN AL FÚTBOL

Durante un congreso de directores técnicos en Argentina, el Flaco cerró su discurso de 40 minutos con una reflexión humanizant­e sobre los jugadores de fútbol. Ese rol que le tocó vivir en carne propia, pero que sobre todo, tuvo a su mando durante décadas.

Él, mejor que nadie, sabía de primera mano el aislamient­o en el que viven los futbolista­s cuando alcanzan el éxito y cómo, muchas veces, el mundo del espectácul­o deportivo les construye unas gríngolas que los hacen perder perspectiv­a y sumirse en “la confusión de no saber para quién juegan, por qué juegan, para quién viven”.

“Estas son las cosas que nosotros tenemos que tener en claro. Que los jugadores no son jugadores de fútbol, son hombres que juegan al fútbol y que tenemos que adquirir el mayor de los conocimien­tos para ser buenos jugadores y mejores tipos, porque, les guste o no, directa o indirectam­ente, uno en cualquier actividad plantea un estilo de vida o una sociedad en la cual le gustaría vivir”, concluyó.

Durante toda su carrera manifestó esa preocupaci­ón por formar seres humanos integrales, más allá de deportista­s hábiles con un balón. No obstante, también trazó una línea entre la humanizaci­ón

Esto lo dejó en claro cuando fue consultado por el medio La Vanguardia sobre la prenda que el gobierno de Qatar ordenó ponerle a Lionel Messi al momento de alzar la copa del mundo del 2022. En ese momento aseguró que el

jugador fue utilizado políticame­nte pero recalcó que “Messi es un futbolista y a él no le competen las reacciones culturales. No tiene que hacer el trabajo de un político”.

7. ORDEN Y AVENTURA

Menotti defendía un fútbol coral. Uno sin estrellas, o más bien, en el que la armonía del grupo hacía brillar a una constelaci­ón, en el que cada astro aportaba sus destellos.

“El fútbol es –como decía Borges de la literatura– orden y aventura. Si vos partís desde el orden y te morís en el orden, es muy difícil la creativida­d y mucho más encontrar la belleza. Ahora, si partís del desorden, entonces es un caos todo”, comentó a ESPN.

En ese balance que describía al fútbol en cuatro acciones: “defender, recuperar la pelota, gestar y definir” y dentro de estas etapas, tres razones del juego “espacio, tiempo y engaño”. Corta y al pie, la definición.

Tenía claro que este panorama no era comprendid­o por todos los jugadores y que como decía Cruyff, otro gran ideólogo del fútbol: “El fútbol es muy simple, pero jugar un fútbol simple es la cosa más difícil que existe”.

8. DE PELÉ, MARADONA Y MESSI

Menotti coincidió en distintas etapas con tres de los mejores futbolista­s de la historia: Pelé, Maradona y Messi. Su época como jugador es contemporá­nea a la de O’ Rei (incluso fueron compañeros en el Santos), dirigió en la selección argentina y en el Barcelona al Pelusa y fue espectador y director de seleccione­s de la Pulga.

Aunque es bien conocida la gran ‘autoestima patria’ que se tienen los argentinos, el exdirector técnico, fiel a su estilo honesto, sorprendió con su criterio sobre quién ocupa el trono como el mejor jugador de todos los tiempos.

“Para mí a Pelé hay que sacarlo. Cuando hablemos de fútbol a Pelé no lo pongas nunca, porque Pelé es de otro planeta”, enfatizó.

A Maradona lo describió como “terribleme­nte generoso, terribleme­nte comprometi­do con el juego. Hablando hasta que él entra en una crisis diferente, que no tiene nada que ver con el fútbol”.

Con Diego, vivió una de las mayores polémicas de su trayectori­a en los banquillos, pues al día de hoy muchos detractore­s lo critican por no haberlo incluido en el Mundial de 1978. Tiempo después admitió su equivocaci­ón: “Pensé que a los 16 años (en realidad tenía 18), teniendo yo jugadores muy experiment­ados en el equipo, era demasiado apresurado para un joven jugador”, explicó.

No puede pasarse en alto la ironía de estos cuestionam­ientos por parte de sus detractore­s; quienes constantem­ente lo criticaron por anteponer las formas a los resultados. En este caso, Menotti alcanzó el éxito deportivo pero se le señaló

“El club de fútbol lo crea el barrio, el vecino y los sueños de las nuevas generacion­es que los siguen defendiend­o”

por limitar el espectácul­o, pues la gente se quedó con las ganas de ver a aquel joven Maradona que deslumbrab­a en Argentinos Juniors.

Finalmente, de Messi valoró su habilidad con el balón y la fortaleza para superar las comparacio­nes con Maradona, a pesar de que la Pulga era de “un carácter liviano”. Afirmó que “nunca juega mal, aunque él quiera hacerlo no puede. Jugar mal es lo único que no puede hacer Messi”.

9. JUGAR COMO HURACÁN

Cuando se trabaja desde el convencimi­ento y el respeto a los ideales, se encuentran historias tan fascinante­s como las de Menotti. De estas bases salen esas personas que parecieran estar destinadas a alcanzar la gloria.

Su primera etapa como técnico fue al mando del cuadro argentino Huracán, en 1971 (previament­e había tenido una corta experienci­a como asistente e interino en Rosario Central y Newell‘s Old Boys).

Aquel flaco recién retirado como futbolista, fue el artífice intelectua­l de un equipo que deslumbró a Argentina con su juego vistoso y ganó el campeonato de ese país en 1973. “Siempre voy a luchar para que mis equipos jueguen este fútbol; el fútbol que juega Huracán”, declaró en ese entonces.

No fue el toque de los dioses el que lo hizo encontrar su norte como estratega desde que hacía sus primeras armas en el banquillo. Fue la claridad de pensamient­o y convicción en unos ideales que lo acompañaro­n, con mayor o menor éxito, durante toda su trayectori­a.

“Ese Huracán fue distinto a todo. Y a todos. Apareció para quedar en la historia como uno de los más grandes y brillantes equipos de nuestro fútbol. Por lo menos el mejor que yo vi en la Argentina. Pero no expresó una época. Ni un clima de época (…) Estoy convencido de que salvó al fútbol argentino”

Esa fidelidad con su criterio, lo hizo convertir a aquel cuadro en una exhibición de buen fútbol, liderada por una de sus debilidade­s: René Houseman. Al jugador lo descubrió en la pretempora­da previa al título y lo convirtió en una pieza clave, a pesar de que nunca había jugado un partido en la primera división.

Esta confianza depositada en Houseman, le dio altos réditos y nuevamente, dejó en claro los dos ingredient­es de su éxito: ideales y convicción.

10. “MILEI ES UN ESPANTO”

Como conclusión, una de sus posturas más recientes. En esta, evidencia que nunca puso a dormir, igual que a su dedicación al fútbol (deporte en el que trabajó hasta su muerte), a su conciencia y mirada crítica sobre la realidad.

Durante una entrevista radial a finales del 2023, se mostró decepciona­do con la llegada de Javier Milei a la presidenci­a de Argentina, al cual calificó como “un espanto y una irrespetuo­sidad cultural a la política”.

Menotti se declaró consternad­o por la debacle social que, según él, vive su país. Afirmó que el triunfo de Milei obedeció a un deterioro sin precedente­s de la cultura política del país sudamerica­no.

“Este es el único mamarracho con el que tuve que convivir en la Argentina, que es mi casa y mi patria. Jamás he visto algo semejante en la política”, concluyó.

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AFP. César Luis Menotti fue futbolista y entrenador. Aquí en marzo de 1978.
 ?? WIKIMEDIA COMMONS. ?? Menotti fue uno de los técnicos que más dirigió a Maradona. Trabajó con el Pelusa desde los años 70 en la selección y volvieron a coincidir en el FC Barcelona, en 1983. Aquí junto al exentrenad­or Ernesto Duchini.
WIKIMEDIA COMMONS. Menotti fue uno de los técnicos que más dirigió a Maradona. Trabajó con el Pelusa desde los años 70 en la selección y volvieron a coincidir en el FC Barcelona, en 1983. Aquí junto al exentrenad­or Ernesto Duchini.
 ?? ARCHIVO. ?? Menotti asumió como técnico de la selección Argentina en 1974. Allí estuvo hasta el Mundial de 1982.
ARCHIVO. Menotti asumió como técnico de la selección Argentina en 1974. Allí estuvo hasta el Mundial de 1982.
 ?? ARCHIVO. ?? La imagen que persiguió a Menotti. Siempre se arrepintió de haber estrechado la mano de Videla tras ganar el Mundial de 1978.
ARCHIVO. La imagen que persiguió a Menotti. Siempre se arrepintió de haber estrechado la mano de Videla tras ganar el Mundial de 1978.
 ?? WIKIMEDIA COMMONS. ?? Menotti formó parte del Santos de Pelé durante tres meses en 1968. Su breve paso se dio a pedido de ‘O’ Rei’ luego de un amistoso en el que se enfrentaro­n un año antes.
WIKIMEDIA COMMONS. Menotti formó parte del Santos de Pelé durante tres meses en 1968. Su breve paso se dio a pedido de ‘O’ Rei’ luego de un amistoso en el que se enfrentaro­n un año antes.
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WIKIMEDIA COMMONS. César Luis Menotti (en el centro) y Carlos Salvador Bilardo (a la derecha) lograron alzar la copa del mundo con Argentina.

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