Rajoy quiere gobernar, pero le falta apoyo y le sobra oposición
Líder del PP aboga por estabilidad; los socialistas se ubican en la oposición Ciudadanos quiere negociación para forjar una coalición con tres partidos
MADRID. EFE Y AP. - Seis meses después de unas elecciones que no permitieron a ningún partido formar gobierno, España se encuentra, de nuevo, ante un bloqueo institucional.
El presidente en funciones y líder del Partido Popular (PP, derecha), Mariano Rajoy, reclamó el lunes el derecho a encabezar el próximo Ejecutivo tras los comicios del domingo.
Su razón: los españoles “han hablado” y reforzaron su confianza en el PP, que consiguió 137 bancas, una ganancia de 14 respecto a diciembre.
Empero, ese triunfo es insuficiente pues dejó a los populares muy lejos del número mágico: 176 escaños para tener la mayoría absoluta y poder gobernar solo.
Las legislativas del domingo introdujeron variantes en la representación de los partidos en el Congreso de los Diputados (350 miembros), pero mantuvieron la fragmentación que surgió de la consulta de finales del año pasado y que amenaza con llevar al país a un nuevo impasse.
Al no tener esa cuota, Rajoy sabe que tiene que negociar y ya extendió su mano “para formar ese gobierno que garantice la estabilidad que España necesita”.
Luego de una reunión de la dirección de su partido, el presidente confirmó que asumirá la responsabilidad para formar gobierno y se mostró abierto a “hablar con todos” para acabar con el bloqueo, pues una convocatoria a unos terceros comicios sería “algo inaudito e irresponsable”.
“La primera prioridad –dijo– es que se forme gobierno, no podemos estar siempre en una situación como esta; no es bueno para España”.
La segunda, de acuerdo con el político conservador, “es que ese gobierno sea estable, con un programa de gobierno pactado para cuatro años”.
De entrada, no.
De primera entrada, las apelaciones de Rajoy no encontraron eco. El Partido Socialista Obrero-Español (PSOE, segunda fuerza política) anunció que, como lo hizo antes, no apoyará al presidente interino ni se abstendrá en un debate sobre la investidura para facilitar esta.
“El Partido Socialista estará donde nos han puesto los ciudadanos, que es en la oposición”, y “tendrá que ser el señor Rajoy quien dé el primer y los subsiguientes pasos”, planteó Antonio Hernando, portavoz de los socialistas en el Congreso.
Además, agregó que es Rajoy quien debe tomar la iniciativa e intentar buscar apoyo entre sus “afines ideológicos” y la derecha nacionalista.
Tampoco Ciudadanos pondrá el hombro para que Rajoy logre la reelección, puntualizó el lunes el máximo dirigente de Ciudadanos (derecha liberal), Albert Rivera. Esa es una decisión que corresponde a los socialistas, como segunda fuerza política, alegó.
Sí anunció que promoverá una mesa de negociación tripartita junto al PP y el PSOE. “Solo con los tres podremos conseguir estabilidad y también que haya cambios” porque populares y socialistas, “sin Ciudadanos”, no van a hacer cambios que no han hecho en 35años. Más improbable es un trato con la coalición Unidos Podemos, tercera fuerza política.
Alberto Garzón, líder de Izquierda Unida, socio de esa alianza, advirtió de que esta no va a “romper con sus votantes” y no permitirá otro “gobierno de saqueoy duras políticas de austeridad” del Partido Popular.
Otra opción: Rajoy podría intentar un pacto con Ciudadanos y dos grupos nacionalistas moderados: el Partido Nacional Vasco (PNV), con cinco diputados, y Coalición Canaria, con uno. Juntos sumarían 175 bancas, una menos para la mayoría absoluta.