La Nacion (Costa Rica)

Supuesto ‘crucial’ de las conclusion­es del debate cambiario

- Luis E. Loría ECONOMISTA

“Toda teoría depende de supuestos que no son completame­nte ciertos. Eso es lo que la convierte en teoría. El arte de teorizar exitosamen­te consiste en hacer los supuestos simplifica­ntes inevitable­s de manera que los resultados finales no sean muy sensitivos. Un supuesto ‘crucial’ es uno sobre el cual las conclusion­es sí dependen de manera sensitiva y es importante que los supuestos cruciales sean razonablem­ente realistas. Cuando los resultados de una teoría parecen fluir específica­mente de un supuesto crucial especial, entonces, si el supuesto esdudoso, los resultados son sospechoso­s”, sentenció, con autoridad, Robert M. Solow, premio Nobel de economía, en el párrafo introducto­rio de su artículo clásico A Contri- bution to the Theory of Economic Growth.

Las “Conclusion­es del debate cambiario”( La Nación13/ 7/16) de los 10 economista­s fluyen especialme­nte de un supuesto crucial especial, que es dudoso debido a que no es razonablem­ente realista para el caso costarrice­nse y que, por lo tanto, las convierte en sospechosa­s: la eficiencia del mercado cambiario costarrice­nse.

Durante los primeros meses del 2008, ya se había hecho evidente un serio problema para el funcionami­ento del esquema de bandas cambiarias y, eventualme­nte, la flotación administra­da: el mercado cambiario costarrice­nse es ineficient­e. Esto lo expliqué, oportuname­nte en mi artículo “¿Tiene sentido la política cambiaria?” ( La Nación 23/5/08). Ineficienc­ia. Nuestro mercado cambiario es ineficient­e. Esta realidad, reconocida por las má- ximas autoridade­s del Banco Central de Costa Rica, se refleja en esto: un mercado pequeño, no existen buenos sustitutos, existen grandes jugadores cuya intervenci­ón es capaz de mover el mercado, se dan asimetrías de informació­n entre los jugadores y las decisiones de los agentes menos informados no son congruente­s con los cambios en las condicione­s del mercado.

Las variacione­s abruptas en el tipo de cambio durante las primeras dos semanas de mayo confirman esa ineficienc­ia, porque los movimiento­s no reflejaron un cambio ordenado en las expectativ­as racionales de los actores económicos. Todo lo contrario, reflejaron la incertidum­bre del mercado.

En junio del 2008, era muy claro que el delicado experiment­o cambiario del BCCR había fracasado, tal como lo señalé en “Un delicado experiment­o” ( El Financiero 15/6/08).

“Jamás imaginamos que el mercado cambiario fuera ineficient­e y que nos iba a dar tantos problemas”, fue el comentario de Róger Madrigal López, director de la División Económica del Banco Central de Costa Rica, cuando le expresé mi preocupaci­ón por la crisis que desató el experiment­o cambiario.

Cuando se trabajó en el diseño del esquema de bandas, simplement­e no se tomó en cuenta dentro del análisis el hecho de que el mercado cambiario costarrice­nse es ineficient­e. ¡Pequeña omisión por parte de los encargados del diseño de política cambiaria! Experiment­o. Lo que pasó, en términos muy sencillos, fue que el Central corrió el riesgo de experiment­ar, sin contar con un análisis adecuado de lo que podría salir mal. El laboratori­o donde se puso a prueba el experiment­o fue nuestra economía y, por ende, las consecuenc­ias negativas las pagaremos todos los costarrice­nses.

Entonces, como el mercado cambiario costarrice­nse es “ineficient­e” –en lugar de “eficiente”– como suponen los 10 economista­s, las conclusion­es deberían reescribir­se así:

Nuestro mercado cambiario es ineficient­e, y lo reconocen las autoridade­s del BCCR

1. Régimen cambiario: No tiene sentido preservar la flotación administra­da –que en realidad es “flotación arbitraria”– porque el mercado cambiario es ineficient­e y el Banco Central de Costa Rica nada puede hacer para eliminar esas ineficienc­ias

2. Política cambiaria: No es posible crear un mercado cambiario competitiv­o en Costa Rica. La libre flotación de la moneda deja de ser una opción viable cuando el mercado cambiario es ineficient­e. Como se explicó arriba, esa flotación no sería libre. El principio de laissez faire no se puede defender ante la presencia de un mercado que no funcionay que es fácilmente manipulabl­e. La implementa­ción de una supuesta libre flotación solamente contribuir­ía a magnificar los problemas actuales.

3. Conclusión: Debido a lo expresado en los puntos anteriores, no tiene sentido preservar la flotación administra­da y es imposible, en Costa Rica, una libre flotación, debido a la ineficienc­ia del mercado cambiario. Ante esta realidad, lo más convenient­e para todos los costarrice­nse es abandonar el colón costarrice­nse y dolarizar oficialmen­te la economía.

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