Actitud de papás ante las matemáticas influye en hijos
Solo el 34% de los estudiantes ticos tiene confianza ante esta disciplina 71% de jóvenes a quienes les gusta dicha materia son motivados por familia
El desinterés, la hostilidad y hasta el miedo con que los estudiantes se enfrentan a las matemáticas podrían ser culpa de sus propios padres.
Una actitud negativa del círculo cercano al alumno con respecto a talmateria incluso afecta su rendimiento al enfrentarse a esta disciplina.
En cambio, si en la familia más bien perciben las matemáticas como un juego o una materia como cualquier otra, los jóvenes, sin duda, tendrán una mejor actitud yno se les dificultará tanto su estudio.
Así concluye un estudio de la carrera de Enseñanza de la Matemática Asistida por Compu- tadora del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC).
La investigación se hizo con alumnos de los colegios Francisca Carrasco Jiménez, San Luis Gonzaga y Experimental Bilingüe –todos en Cartago– en el 2015, y fue la tesis de graduación de Jimena Sanabria.
El reporte mostró que solo el 33,9% de los colegiales tiene una alta o muy alta motivación ante las matemáticas. En ese pequeño grupo, poco más de la mitad indicó que susmamáslos motivaba a estudiar dicha materia y que nunca les inculcaron miedo.
Asimismo, el 74,1% de quienes tenían un alta percepción positiva sobre esa disciplina explicaron que sus papás los motivaban a estudiar números y a no percibirlos como algo aburrido.
“Un ambiente positivo en torno a las matemáticas permite desarrollar un proceso de aprendizaje adecuado. Institución, docentes, padres y madres deben trabajar para fomentar actitudes positivas”, aseguró la investigadora Sanabria.
Ambiente en familia. Juleana Villegas, de 20 años, tiene a los números y fórmulas como su pasión principal.
Ella estudia Matemáticas en la Universidad de Costa Rica (UCR), y asegura que el ambiente familiar en el que se crió hizo que ella viera a esta disciplina con tanto amor, al punto que desde la escuela ha participado en concursos y olimpiadas .
“Cuando yo estaba en la escuela una vez oí que mi mamá dijo que a mí la matemática no me costaba y más bien me gustaba. Y yo pensé: ‘tiene razón’”, recordó la joven.
“Después, fueron mis hermanoslos quemeimpulsaron aconcursos y olimpiadas de matemáticas desde que yo estaba en la escuela. En mi casa nunca me dijeron ‘es que eso esmuy difícil’. Yo sí he visto que muchas familias les dicen eso a los hijos, y esto hace que les tengan miedo o que no le den importancia”, añadió.
El consejo más importante que da esta joven es que nunca le digan a los niños que las matemáticas son difíciles o aburridas, para que no crezcan con miedo o pereza por esta materia.
Ahora bien, si ellos tuvieran dificultades de aprendizaje, el consejo es que busquen una guía en profesores u otros compañeros, que refuercen su capacidad para aprender.