Nueva santa y ejemplo parala Iglesia católica
Misericordia, atención a los más pobres y trabajo en las periferias Fiesta de la nueva santa será el 5 de setiembre, fecha cuando falleció
El papa Francisco invistió de santidad a la MadreTeresa de Calcuta, en una ceremonia realizada el domingo en la plaza de San Pedro, en el Vaticano, y la destacó como modelo para una Iglesia católica que se acerca a las periferias en busca de los lastimados y los pobres.
Para el Pontífice, la Madre Teresa puso en práctica su idea de que la Iglesia debe ser un “hospital de campaña” misericordioso para los más pobres entre los pobres, aquellos que sufren pobreza material y espiritual. Dijo que le resultaba difícil llamar “santa Teresa” a una mujer de ternura tan maternal.
En su homilía, Francisco la elogió como una santa misericordiosa que defendía la vida de los no nacidos, los enfermos y los abandonados, y recordó su firme postura en contra del aborto, que a menudo la enfrentó con otras voces en el mundo.
La plaza de San Pedro estalló en aplausos antes siquiera de que el Papa terminara de pronunciar el rito de canonización, en un reflejo de la admiración hacia la Madre Teresa entre cristianos y no cristianos durante su vida y tras su muerte, en 1997.
En Calcuta, en la casa madre de las Misioneras de la Caridad, la orden que fundó, cientos de personas siguieron la misa por televisión y aplaudieron cuando Francisco la declaró santa. Se reunieron en torno a la tumba de la religiosa, decorada con flores, una vela y una fotografía.
Humildad y solidaridad.
“Se ha inclinado sobre las personas desfallecidas, que mueren abandonadas al borde de las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado; ha hecho sentir su voz a los poderosos de la Tierra para que reconocieran sus culpas ante los crímenes de la pobreza creada por ellos mismos”, manifestó Francisco.
Añadió: “Que nos ayude a entender que nuestro único criterio de acción es el amor gratuito, libre de cualquier ideología (...), y ofrecido a todos, sin distinción de lengua, cultura, raza o religión”.
En la fachada de la basílica de San Pedro colgaba un retrato gigante de la misionera, bajo un cielo azul y un sol de verano.
“Proclamamos a la beata Teresa de Calcuta santa y la inscribimos entre los santos, decretando que sea venerada como tal por toda la Iglesia”, proclamó el Papa.
Su fiesta en el calendario católico de santos será el 5 de setiembre, día del aniversario de su muerte, en 1997.
Lucha interna.
Aunque Francisco se ha esforzado por mostrar a la Madre Teresa de Calcuta como un modelo por su gozosa dedicación a los olvidados por la sociedad, también reconoce la santidad de una monja que pasó la mayor parte de su vida adulta en una agonía espiritual por sentir que Dios la había abandonado.
Según el reverendo Brian Kolodiejchuk, el sacerdote canadiense que encabezó la iniciativa para santificarla, las revelaciones sobre esta lucha interna mostrada en su correspondencia privada tras su muerte, en 1997, son un argumento más sobre su he- roica santidad.
Al santificarla, señaló el sacerdote, el jefe de la Iglesia católica reconoce que la Madre Teresa no solo compartía la pobreza material de los pobres, sino también la pobreza espiritual de los que se sienten “no amados, no deseados, no atendidos”.
El ritual católico de la canonización necesita la realización confirmada de dos milagros.
El ingeniero Marcilio Andrino, brasileño cuyo testimonio abrió el camino a la canonización de la Madre Teresa, contó el viernes ante la prensa en elVaticano cómo, según él, se curó de repente de tumores cerebrales en el 2008 gracias a que rezó intensamente a la religiosa de Calcuta.
Nacida como Agnes Gonxhe Bojaxhiu el 26 de agosto de 1910, la Madre Teresa llegó a India en 1929 como hermana de la orden de Loreto.
En 1946, recibió lo que describió como “una llamada dentro de la llamada” para fundar una nueva orden dedicada a cuidar de los más rechazados, los “más pobres entre los pobres”.
En 1950 fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad, que se convirtió en una orden global de monjas, sacerdotes, frailes y trabajadores legos.
En 1979, recibió el Premio Nobel de la Paz.
La Madre Teresa de Calcuta falleció en 1997, y la Iglesia inició con rapidez el proceso de su beatificación poco después.