Ignorancia empeora urgencias en mascotas
Propietarios pueden aprender primeros auxilios para determinar la gravedad de cada caso y ayudar al animal mientras se le traslada a la clínica veterinaria
Si su perro sufre una herida en una oreja o pata, ¿sabe qué hacer? ¿Cómo actuaría en caso de que su gato llegue a la casa con síntomas de envenenamiento ? El desconocimiento y la desesperación de los dueños pueden complicar, e incluso empeorar, las eventuales emergencias médicas de sus mascotas.
La médica veterinaria Sofía Herra tiene esto muy claro. En su clínica le ha correspondido atender, por ejemplo, a perros intoxicados cuyo caso desmejoró debido a que su propietario les dio leche con limón para inducirles el vómito.
“Al ser grasosa, la leche aumenta la absorción en el tracto digestivo. Si le damos leche, prácticamente estamos intoxicando más al animal y le causamos diarrea, porque los perros y los gatos no toleran la lactosa”, explicó Herra quien es fundadora de AMO Pro Bienestar Animal.
La manera de manipular y transportar al animal para llevarlo a la clínica, así como el uso de medicamentos para humanos, son maneras de empeorar una emergencia veterinaria.
“La gente no lo hace con mala intención, pero no sabe el daño que puede causarle a su perro o gato”, afirma Herra, quien da cursos de primeros auxilios.
Para la veterinaria, el primer consejo es conocer al animal: saber si es alérgico, delicado del estómago o si tiene una piel sensible, permite estar vigilante y preparado, teniendo a mano medicamentos apropiados.
También es útil tener información sobre aspectos de comportamiento. Los gatos, cuando están heridos o enfermos, tienden a esconderse. Los perros, por su parte, son exploradores por naturaleza, por lo que hay que vigilarlos, quitar del lugar donde están los objetos peligrosos y re- visarles con frecuencia la zona alrededor del hocico, así como las patas.
Prepárese. El segundo consejo es prepararse. En la casa se debería tener una jaula transportadora, guantes, bozales para perro o gato, y correa.
La tarjeta de vacunas y desparasitaciones siempre debe estar disponible, así como un botiquín. En ese sentido, Herra recomienda tener un foco pequeño, por si se requiere revisar orejas y hocico, gasas, vendas autoadheribles y paletas para hacer vendajes y férulas provisionales, que funcionarían para inmovilizar una ex- tremidad lastimada durante el traslado a la clínica.
En el botiquín también debería haber una pinza de punta redonda, soluciones antisépticas a base de clorhexidina o solución salina estéril para limpiar las heridas o mantener húmeda una quemadura.
Asimismo, se sugiere tener jeringas sin aguja, suero oral, carbón activado para tratar intoxicaciones, una manta y bolsas de hielo o ice pads para desinflamar o tratar golpes de calor; eso sí, estas bolsas nunca deben ponerse directamente sobre la piel del animal; ponga un paño en medio.
Un termómetro digital es útil. La temperatura en perros y gatos se toma por el ano y lo normal es que esté entre 38,5 y 39,5 grados Celsius.
Alcohol y agua oxigenada solo deben utilizarse para desinfectar el equipo, no deben aplicarse en la piel del animal.
Emergencias. En el momento del accidente y antes de ir al veterinario, observe la escena y recoja datos. Trate de identificar la fuente de la emergencia: con qué pudo intoxicarse o cortarse. “Siempre es bueno tomar fotos
para enseñárselas al veterinario, tanto del lugar de los hechos como del animal”, dijo Herra.
Los casos que requieren atención inmediata del veterinario son sangrados abundantes, mascotas inconscientes, mordeduras de serpiente, reacciones alérgicas y fracturas. En el caso de los cachorros, vómitos y diarreas califican como emergencias.
En estas situaciones, la manipulación para transportar al perro o gato a la clínica es clave para evitar mayores lesiones.
“Informea la clínica de queva a llevar a un animal en emergencia y brinde los datos de la observación para que vayanpreparándose mientras usted llega. El tiempo es oro a la hora de salvar una vida”, recalcó Herra.
Primeros auxilios. Existe otro tipo de urgencias que brindan un poco más de tiempo e incluso, si se tiene el entrenamiento, se puede dar primeros auxilios a la mascota. Ejemplo de ello son las cortaduras que no sangran mucho. En este caso, se puede utilizar gasa estéril para hacer presión sobre la herida y detener la hemorragia. No debe usarse algodón, tampoco frotar ni lavar la herida.
“No retire elmaterial con que realiza la presión, porque la idea es generar un coágulo. De ser necesario, coloque más gasa. Tampoco haga torniquetes: dañan el tejido porque estos evitan que la sangre llegue”, explicó Herra.
Sin quitar la gasa, realice un vendaje para estabilizar la zona, sin apretar demasiado. En caso necesario, incluso, podría hacerse una férula.
“Las férulas son vendajes que utilizan un elemento duro para dar estabilidad. Si la fractura no está expuesta, puede aplicarse una”, manifestó Herra, quien enseña estas técnicas de vendaje durante los talleres de primeros auxilios de AMO.
Si hay un objeto incrustado, no lo remueva y tampoco lo empuje.
Otras emergencias en las que el dueño puede aplicar primeros auxilios, si no es un caso complicado, son ahogamientos debido a objetos, intoxicaciones, quemaduras y reacciones alérgicas.
Herra es enfática en que los primeros auxilios en mascotas ayudan a ganar tiempo, pero nunca deben sustituir la atención veterinaria, por lo que siempre se recomienda mantenerse en comunicación con el médico.