Ardiente duelo verbal entre Arabia e Irán antes de peregrinaje
ASegún la máxima autoridad islámica saudí, los iraníes ‘no son musulmanes’
TEHERÁN. AFP. - La guerra verbal entre Irán y Arabia Saudí alcanzó niveles máximos, con las agresivas acusaciones mutuas que ambos países se profirieron unos días antes de la peregrinaciónmusulmana a La Meca, de la cual los iraníes quedaron excluidos este año.
Este miércoles, en un último ataque virulento, el ayatolá iraní Alí Jamenei maldijo a la familia real saudí que “no merece gestionar” los lugares más sagrados del islam.
El ataque estuvo secundado por otro del presidente iraní, Hasán Ruhaní, quien, en un llamado sin precedentes, pidió a los países musulmanes coordinación para “castigar” a Riad por sus crímenes.
La crisis está exacerbada por la incapacidad de los dos países rivales de Oriente Medio de hallar un acuerdo para la participación de los iraníes en la peregrinación. En el 2015, una estampida gigantesca en La Meca provocó la muerte de 2.300 personas, de las cuales 450 iraníes.
Teherán acusó en mayo a Riad de “sabotaje” y el reino saudí consideró inaceptables las exigencias iraníes –en particular la de organizar manifestaciones– para la participación de sus ciudadanos en el hach (peregrinación), uno de los cinco pilares del islam.
Lucha de poder. Más allá de la disputa por la peregrinación, la República Islámica (chiita) y el reino saudí (sunita) están inmersos en una lucha de influencia en la región, en Siria como en Yemen.
Desde enero rompieron las relaciones diplomáticas. La decisión la tomó Riad tras el ataque a su embajada enTeherán pormanifestantes que protestaban contra la ejecución en Arabia Saudí de un dignatario religioso chiita.
“Los países de la región y el mundo islámico deben coordinar sus acciones para solucionar los problemas y castigar al Gobierno saudí”, declaró Ruhaní en un consejo de ministros.
“Si el problema con el Gobierno saudí se limitara al hach, quizá habríamos hallado una solución. Pero, desgraciadamente, este gobierno, con los crímenes que comete en la región y su apoyo al terrorismo, derrama la sangre de musulmanes en Irak, en Siria, en el Yemen y bombardea a diario, salvajemente, a mujeres y niños yemeníes”, añadió.
Ruhaní aboga por una coordinación entre los Estados musulmanes para que “el hach se desarrolle” normalmente.
Es la primera vez en casi tres décadas que los iraníes no participan en la peregrinación.
Poco antes, el canciller de Irán, Mohamad Javad Zarif, acusó a las autoridades saudíes de “fanatis- mo” en respuesta al gran muftí de Arabia Saudí, para quien los iraníes no son musulmanes.
Zarif respondió que no había “efectivamente ninguna semejanza entre el islam de los iraníes (...) y el del extremismo fanático que predican (los saudíes)”.
El gran muftí saudí, el jeque Abdel Aziz al-Sheij, había afirmadoque los iraníes “no sonmusulmanes. Su hostilidad hacia los musulmanes es antigua, en particular contra los sunitas”.
La autoridad reaccionaba, a su vez, a las declaraciones del guía supremo iraní que había pedido el lunes reconsiderar la gestión por Riad de los lugares santos del islam, La Meca y Medina.
Las monarquías árabes sunitas del Golfo dieron este miércoles su respaldo a Riad, al tiempo que acusaron a Irán de buscar “politizar” el peregrinaje.
“EL GOBIERNO DE ARABIA SAUDÍ DEBE CARGAR CON LA RESPONSABILIDAD DE ESTE INCIDENTE (MUERTES EN ESTAMPIDA). SI DICEN QUE NO SON CULPABLES DE LO OCURRIDO, DEBERÍAN NOMBRAR UNA COMISIÓN DE PAÍSES MUSULMANES PARA INVESTIGAR EL CASO. Alí Jamenei Líder supremo de Irán