Adultos que juegan gozan de mejor salud y más creatividad
Está comprobado que hay beneficios a nivel emocional, así como físicos Trabajadores que tienen momentos lúdicos rinden mejor en sus labores
Lilliam Mena, Rónald Agüeroy Ángel Ruiz dejaron su niñez varias décadas atrás, pero los juegos propios de aquella época siguen divirtiendo a esta mujer de 35 años y a estos hombres de 47.
Cada vez que su tiempo se los permite, ellos transforman en juguetes artículos como zancos, mecate para brincar, argollas y hasta materiales de desecho.
En el caso de Agüero, estos juegos forman parte de su trabajo en la Biblioteca Pública de Tibás, donde es el encargado de montar las actividades para los niños durante las vacaciones o días libres.
Precisamente allí se percató de que los papás y las mamás también querían jugar, incluso con más entusiasmo que los propios niños. Entonces, puso manos a la obra e ideó maneras de divertir a los adultos.
Entre esos “padres apuntados” estaba el matrimonio compuesto por Lilliam Mena y Ángel Ruiz, quienes frecuentaban el sitio con sus hijas.
“Cuando uno juega, ve la vida de colores. Te reís de vos mismo, perdés el miedo al ridículo y te volvés más creativo”, aseguró Mena.
Ruiz, por su parte, sostiene que las actividades lúdicas también le han ayudado a mejorar en el trabajo. “Cuando tengo varias tareas por cumplir, me pongo metas como si estuviera en una competencia”, afirma.
Múltiples beneficios. Detrás de los testimonios de esta pareja hay fundamento científico. Varias investigaciones afirman que los adultos que les abren espacio en su vida a los juegos, tienen mejor salud física y emocional, más creatividad y mejor rendimiento laboral.
Por ejemplo, un estudio de la Universidad de Darmouth (Estados Unidos), publicado en el International Journal of Play, concluyó que los adultos que juegan tienen 20% menos riesgo de sufrir una gripe.
Asimismo, un ensayo difun- dido en el 2012, en la revista National Psychiatry Archives, también mostró que el juego redujo los episodios depresivos de adultos hasta en un 40%.
Tras un análisis del 2014, varios científicos de EE. UU., Inglaterra y España mencionaron, en el Labor Journal, que el juego mejora la disposición al trabajo y el aprendizaje.
F ir mastra ns nacionales como Google y United Business Solutions están claras de los beneficios del juego en la adultez, y por eso, lo incluyen en su forma de operar.
Así, los trabajadores pueden canalizar el estrés a través de diferentes tipos de actividades recreativas como futbolines, tenis de mesa y videojuegos.
Reaprender. La condena hacia el juego en los adultos hace que este no “aflore” de forma natural; muchos se resisten a ponerlo en práctica. Ante esta realidad, a Agüero le ha correspondido “reeducar” a varios papás o mamás para hacerles ver que jugar es válido a cualquier edad.
“El juego siempre ha sido parte de nosotros, pero, al crecer, nos reprimimos. Tenemos ese niño interno apagado y se nos dificulta ponerlo a jugar”, dijo Agüero.
¿Cómo dejar estas ataduras? Según los expertos, la mejor forma es “echarse al agua” y decidirse a participar de los juegos. No le ponga cabeza al qué dirán, nada más deje que ese niño interior despierte. ¡Permítase disfrutar de esa sana diversión!