Limón intenta ahuyentar miedo causado por balaceras
Lío de bandas genera ausentismo en aulas y golpea al comercio
LIMÓN.- Sergio Bolaños recibió, el lunes pasado, un mensaje de texto en el que sus estudiantes le pedían suspender el taller de patrimonio cultural que imparte en la Biblioteca de Limón.
Los jóvenes le pedían reprogramar la clase por el temor de salir a la calle, debido a que la semana pasada dos balaceras provocadas por pandilleros acabaron con la vida de cinco personas y dejaron otras seis con heridas de gravedad.
De las víctimas mortales, cuatro eran ajenas al conflicto entre pandillas por la venta de drogas. Además, dos de los fallecidos eran menores de edad.
“Uno de los muchachos decía: ‘Yo no sé los demás, pero yo por mi seguridad prefiero no asistir’. Obvio uno entiende ese temor y no queremos que le pase nada malo a nadie y decidimos suspender”, dijo Bolaños.
Pese a la intimidación por las balas detonadas en los últimos días, la provincia sigue activa. Los huellas más visibles son las decenas de policías encapuchados, recorriendo las calles desoladas por las noches.
El miedo que tienen los alumnos de Sergio es el mismo que siente doña Aurora, quien teme que su hijo quede en medio deun tiroteo cuando va a clases en el Colegio Nocturno de Limón.
La mujer, quien pidió no ser identificada, afirmó que hubiese preferido que su hijo no asistiera a clases la semana pasada.
“Yo le dije que no fuera, pero él no quiere faltar porque si falta pierde materia y luego sale mal en los exámenes”, expresó la vecina de Limoncito.
La ola de violencia en el Caribe también desató, entre la población, una serie de rumores en redes sociales sobre toques de queda o más balaceras.
Por ejemplo, Ligia Bustos, directora del Centro Integrado de Educación de Adultos (Cindea), aseguró que ahora hasta se fija quién va a la par suya en el bus.
“Esto nos afecta, pero tenemos que seguir adelante; no podemos paralizarnos por estas situaciones”, aseveró la docente.
Según el Cindea de Limón, la semana anterior registraron un ausentismo de un 50%, a causa del sobresalto de los estudiantes por las balaceras.
Carmencira Díaz, directora del Colegio Nocturno de Limón, aseguró que en ese centro educativo dejó de ir a clases un 10% de la población estudiantil. En total tienen 780 alumnos.
Dicho ambiente coincide con en el inicio de la temporada de cruceros, la cual traerá 131 em- barcaciones al Caribe en los próximos meses. RVEA NOTA ADJUNTA
Los limonenses más optimistas confían en que, con el pasar de los días, la gente olvidará las disputas entre pandillas por la venta de droga y las cosas volverán a la normalidad.
Hasta el 6 de octubre del presente año se registraron, en Limón, 34 homicidios. El año pasado, hasta esa misma fecha, ocurrieron 39.
Comercio. Los dueños de restaurantes, sodas, bares y hoteles son los más perjudicados por los efectos colaterales del conflicto armado entre pandillas.
No obstante, la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Limón espera superar esta coyuntura pronto.
“Voy a ser sincero, no quiero minimizar este asunto (balaceras) porque es algo serio, pero se ha extendido mucho. La prensa lo ha sobredimensionado”, manifestó Randy Gordon, secretario de la Cámara.
Ricardo Cen, uno de los propietarios del hotel Park, localizado en el centro de Limón, comentó que el lunes pasado por la noche apenas atendieron a unas cinco personas. En cambio, en un lunes normal, acuden entre 40 y 50 clientes.
Roena Browns, del restaurante Kalisi, afirmó que sí han notadoundescenso en la cantidad de comensales, en especial durante las noches.