Causas del abstencionismo en Colombia
Las políticas públicas deben estar orientadas a estimular la organización local y comunal
Robert Putnam, el científico que hizo operativo el concepto de capital social con su investigación sobre el proceso de descentralización italiano a finales del siglo pasado, mostró que había un comportamiento electoral diferenciado en los referendos en las diversas regiones de Italia.
Mientras en las elecciones para nombrar autoridades no había diferencias significativas enla abstención entre las regiones, en los referendos sí se producían entre aquellas con comunidad cívica organizada (capital social) y las que tenían una comunidad cívica débil.
Putnam explicaba esta diferencia de comportamiento por las relaciones clientelistas prevalecientes en el sur de Italia. Relaciones entre patronos y clientes políticos donde los primeros, como eventuales dueños del poder, ofrecían a los segundos algún tipo de prebendas y beneficios directos o indirectos que los movilizaban a votar.
Por tal razón, en las votaciones para nombrar autoridades, el comportamiento era similar entre las regiones, pero cuando se trataba de referendos, la población del sur clientelista se abstenía de ir a votar ya que no veía beneficios personales o comunales.
En el norte, con una tradición de organización y participación cívica importante, la votación en los referendos era alta. Los votantes se sentían ciudadanos e iban a cumplir con su deber de decidir sobre los asuntos trascendentales de la comunidad. Mientras que en el sur, donde los votantes no se consideraban ciudadanos, sino clientes de patronos políticos que les suministraban prebendas, y el referendo no se las ofrecía, ellos no se movilizaron a votar.
De ahí que Putnam tomara la votación en referendos como un indicador, conjuntamente con el número de organizaciones de base y la lectura de periódicos, del capital social, factor clave para el desarrollo de la regiones y naciones.
En otras palabras, ahí donde existe comunidad organizada autónomamente para resolver sus problemas existen ciudadanos que participan y toman decisiones sobre el interés público.
Ahí donde existen patrones y clientes no se da esta participación porque las personas no se consideran ciudadanas, sino clientes de patronos que deciden por ellos y lo único que pueden hacer por su propia iniciativa es buscar otro patrono que ofrezca más o los trate mejor. Referendo colombiano. Esto podría explicar en gran medida el abstencionismo de casi un 63% de los votantes colombianos enel pasado referendo por la paz. De seguro han intervenido otros factores como las campañas de cada uno de los promotores del “sí” y del “no”.
Tampoco puede dejarse de lado un cierto agotamiento de un sistema electoral en que “siempre ganan los mismos”, que desaliente la participación cuando se perciben los “dados cargados”, aunque este no fuera necesariamente el caso.
No obstante, hay una lección importante que debe sacarse si se desea mantener el juego democrático, y es que el clientelismo es el cáncer que carcome la república y erosiona poco a poco la vida democrática, mientras que la comunidad cívica organizada es su sostén y motor.
En este sentido, deben revisarse las estructuras y políticas públicas para que estén orientadas a estimular la organización local y comunal, y a reducir, cada vez más, el margen de cooptación y subordinación clientelista que se ha promovido tradicionalmente desde el actual aparato institucional. Nueva institucionalidad. Estamos en una época de grandes transformaciones que afectan no solo la formación económica y social, sino que demandan una nueva formación institucional. Se trata de pensar y construir una nueva institucionalidad que estimule, envez de castrar, laformación de comunidad cívica en un proceso de descentralización progresivo.
Existe experiencia y experticia para realizar la transformación dentro del ámbito democrático fortaleciendo las capacida- des de autoorganización y transfiriendo decisiones a las comunidades cívicas organizadas, pero hay que pensar en serio la reforma institucional de nuestros países.
Omitir esta reforma pensando en jugar los hilos de una institucionalidad resquebrajada y corrupta lleva al fracaso, como lo evidencian también los casos brasileño y venezolano, pero este es un tema para otro artículo.