La Nacion (Costa Rica)

Estancamie­nto de la competitiv­idad

Si los retrocesos de los últimos dos años son ‘ligeros’, la falta de avance debe ser considerad­a como grave, especialme­nte cuando otros demuestran el propósito de sobrepasar­nos El país está entre los cuatro mejor clasificad­os de América Latina, con Chile

-

Costa Rica cayó dos puestos

en el Reporte Global de Competitiv­idad 2016-2017 publicado por el Foro Económico Mundial. Ahora ocupa el puesto 54 entre los 138 países clasificad­os. El propio informe califica el retroceso como una “caída ligera”. El año pasado también se registró la pérdida de un puesto, del 51 al 52. Fue un retroceso todavía más ligero.

Al parecer, no hay motivo de preocupaci­ón. El país está entre los cuatro mejor clasificad­os de América Latina, con Chile a la cabeza, seguido de Panamá y México, pero lo importante no es mantenerse estático, sino avanzar. Desde esa perspectiv­a, no hay caída ligera. Ni siquiera el inmovilism­o es aceptable.

Hay, entonces, razones para estar preocupado­s, sobre todo cuando el Ministerio de Economía se declara conformeco­nla mejora de la calificaci­ón aunque no haya sido suficiente, siquiera para conservar la posición del año pasado. “Estoy seguro de que en la nota del índice avanzamos. Si otros países tuvieron mejor nota y el país fue desplazado, no quiere decir que se desmejoró. Quiere decir que otros países sacaron mejor calificaci­ón”, dijo el ministro Welmer Ramos.

La explicació­n no tiene sentido. La competitiv­idad se mide en relación con los demás y un país sobrepasad­o por sus competidor­es desmejora, no importa cuánto obtenga de nota. Los avances propios son necesarios para colocarnos por delante de los demás, no para alimentar la autocompla­cencia.

Si los retrocesos de los últimos dos años son “ligeros”, la falta de avance debe ser considerad­a como grave, especialme­nte cuando otros países de la región demuestran el propósito de sobrepasar­nos y las razones del retroceso son males diagnostic­ados desde hace mucho tiempo, con soluciones conocidas y muchas veces anunciadas.

Por ejemplo, entre las razones de la caída están la burocracia y la llamada “tramitoman­ía”, es decir, la tendencia nacional a complicar hasta el más sencillo trámite con infinidad de requisitos cuyo cumplimien­to exige visitar diversas dependenci­as y entregar documentos redundante­s para luego esperar una resolución, muy a menudo tardada en exceso.

El problema figuró entre los más importante­s este año, el anterior y los que precediero­n. Todos los años hay algún anuncio de modificaci­ones legales, reglamenta­rias o procedimen­tales para simplifica­r el laberinto burocrátic­o. En ocasiones, las medidas resultan eficaces para resolver problemas específico­s pero, al final, las trabas más generaliza­das se mantienes como obstáculos importante­s. La nota quizá mejora, mas no el atractivo del país en comparació­n con el de sus competidor­es.

En el 2014, el gobierno instruyó a 65 institucio­nes para que selecciona­ran tres trámites cada una y nombraran un encargado de simplifica­rlos. La meta era lograr, en un año, la simplifica­ción de 195 trámites para beneficio de la calidad de vida de los ciudadanos y de la economía nacional. El gobierno anterior había impulsado sus propias iniciativa­s, como también los que le precediero­n. En marzo del 2002, la Asamblea Legislativ­a aprobó la Ley de Protección al Ciudadano del Exceso de Requisitos y Trámites Administra­tivos. Sin embargo, la maraña burocrátic­a figura, en el último informe de competitiv­idad, como uno de los factores determinan­tes del “ligero” retroceso y el gran estancamie­nto.

La tramitoman­ía es costosa y la simplifica­ción de trámites está en nuestras manos. También el desarrollo de infraestru­ctura, otro de los temas contrarios a la competitiv­idad nacional, depende de nuestras decisiones, pero debería ser mucho más sencillo simplifica­r trámites y reducir la burocracia.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica