En busca de la mano derecha
En aras de la transparencia, el Comité Ejecutivo de la Fedefútbol suspendió, indefinidamente, a su secretario general. Días antes, pidió un permiso por asuntos médicos. En horas previas a esa decisión, el presidente, Rodolfo Villalobos, dijo a “Diálogos” de La Nación que no creía que Eduardo Li hubiese actuado solo, “que tenía una mano derecha” y negó haber sido él.
Cualquiera concluiría que hay una relación entre los dos hechos. ¿O no? Pero la otrora Casa de los sustos sigue envuelta en nebulosas, a pesar de anunciar que aboga por echar luz a la verdad histórica del “FIFAgate casero”.
Hasta antes de esa decisión, el secretario general ejercía con normalidad el cargo más importante, seguramente, dentro de la Fedefútbol. El presidente, en diversas comparecencias, defendió la honorabilidad de todos –secretario incluido– y no se conoce de ninguna investigación o desconfianza que hubiese generado las actuaciones del funcionario.
Después de que Li aceptó los cargos, apareció en la Fedefútbol –como por arte de magia– el abogado que lo acompañó en la audiencia en Nueva York, para explicar que, en su declaración, el expresidente no involucraba a na- die más, y que había actuado solo.
Pero algo pasó en las horas siguientes. Porque, de buenas a primeras, la presencia del secretario general –a la luz de lo dicho en el comunicado de la Federación– pone en peligro la transparencia. Nos imaginamos que también la de la investigación de la Fiscalía, por denuncia de Villalobos. O el Comité Ejecutivo ha cometido un enorme error, al linchar públicamente a un funcionario ya de por sí en tela de duda desde la encarcelación de Li, o tiene suficientes evidencias para correrse el riesgo de pagar cualquier intención del secretario por atacar la decisión. No me atrevo a ponerle cifras a la posible demanda en caso de que no tenga nada que ver con los malos manejos.
La otra interrogante obligatoria es por qué pasó tanto tiempo ejerciendo sus funciones de secretario, si resulta que esa actividad pone en peligro la transparencia de la Federación. Si realmente es culpable de algo, de nuevo habrá fallado por omisión el Comité Ejecutivo, la fiscalía, la asesoría legal, la auditoría, y todos los que están obligados a ejercer controles allí. Por cierto, el país estrena piel este viernes y no sabemos nada de la explicación que –según la Federación– New Balance preparaba para referirse a “la comisión” que recibió Li.