58% de vertebrados ha desaparecido en últimos 40 años 3.700
AInforme señala deforestación, caza y cambio climático entre las causas
La población de mamíferos, aves, anfibios, peces y demás vertebrados silvestres de la Tierra cayó más de la mitad (58%) entre 1970 y 2012.
Así lo evidencia un informe de la Fondo Mundial para la Vi- da Silvestre (WWF) y de la Sociedad Zoológica de Londres.
Actividades como deforestación, cacería ilegal y cambio climático inducido por los humanos son, en gran parte, responsables de esta disminución.
Si la tendencia continúa, para el 2020 el mundo habrá perdido dos tercios de su biodiversidad de vertebrados, según el Informe Planeta Vivo 2016. “Aún no hay señales de que esta tasa vaya a caer”, dice el reporte.
“En la tierra, el agua dulce y los océanos, las actividades hu- manas están llevando al límite a poblaciones de especies y los sistemas naturales”, según Marco Lambertini, director general de WWF Internacional.
La principal amenaza que afrontan poblaciones menguantes es la pérdida de hábitat (causada, en especial, por la tala, la agricultura y trastornos a sistemas de agua dulce, como los ríos).
Cada vez se cree más que a las poblaciones de agua dulce (disminuyeron 81%) les está yendo peor que a las que viven en regiones terrestres.
“Una disminución promedio en la abundancia poblacional de más de 80%, francamente es aterradora”, apunta Mike Hoffmann, científico sénior de la Comisión de Supervivencia de Especies de la WWF, situada en Cambridge, Inglaterra.
“Se trata de la evidencia más condenatoria respecto a los daños que estamos causando sobre nuestros ambientes de agua dulce”, estima Hoffmann.
El análisis, que se publica cada dos años, recopila información de más de 3.000 fuentes que dan seguimiento de forma consistente a las poblaciones, incluso proyectos de monitoreo de corto y largo plazo.
El estudio rastrea el estatus de 14.152 poblaciones de aproximadamente 3.700 especies de vertebrados. Pero no afirma ser exhaustivo: aunque cientos de especies (muchas de peces) han sido incorporadas desde la edición 2014, el conjunto de datos tiene “lagunas geográficas importantes”, admite el informe, y gran parte de la información se concentra en Europa Occidental.
Otro sesgo del estudio es que la atención de monitoreo podría estar enfocándose desproporcionadamente en poblaciones que ya están menguando, refiere Hoffmann. El patrón general de caída esconderá algunos incrementos poblacionales, indica. No obstante, el especialista considera que es probable que los sesgos disminuyan conforme nuevos esquemas de monitoreo aporten datos de regiones o especies submuestreadas. Rhys Green, científico de conservación de la Universidad de Cambridge, coincide en que los datos podrían tener un sesgo, pero dice que los métodos e información mejoraron sustancialmente con respecto al informe del 2014.
“Ningún conjunto de datos o procedimiento estadístico puede generar un resultado perfecto, pero este es el mejor indicador que tenemos, y es valioso para decisiones de política”, agrega.