Holanda demostró que sí se puede vencer el populismo
La amenaza persiste y estará en juego en comicios de Francia y Alemania
LA HAYA. AP. - Los votantes holandeses demostraron a Europa que el triunfo del populismo antiinmigrante no es inevitable. La derrota de Geert Wilders en las elecciones de Holanda ha dado aliento a los partidos tradicionales europeos, de derecha y de izquierda.
Mark Rutte, el primer mi- nistro holandés que impuso duras medidas económicas al electorado durante cinco años, fue el ganador de una ardua lucha contra Wilders, cuyo ataque incesante a todo lo que fueramusulmán o de la Unión Europea (UE) no le dio la victoria que muchos daban por sentada.
Después de sus triunfos con el brexit (salida británica de la UE) y la elección de Donald Trump en Estados Unidos el año pasado y su derrota en las elecciones holandesas del miércoles, el populismo afronta su próxima prueba de viabilidad política en Francia. La antorcha pasa a manos de Marine Le Pen, en las elecciones de abril.
Cuando los votantes franceses, alemanes, italianos y búlgarosvayana las urnasenlos próximos meses, no estarán pensando en Holanda. Antes bien, sus decisiones se verán afectadas por asuntos locales, tanto como globales.
El reto para los candidatos como Le Pen es seguir predicando el evangelio contra los inmigrantes, la élite política y la unidad europea. Su repercusión es tal que probablemente ganará la primera ronda, el 23 de abril, aunque es mucho menos probable que venza en la segunda, el 7 de mayo.
En cuanto a los candidatos moderados –como el principal rival de Le Pen, el independiente Emmanuel Macron– su reto será llegar a unos votantes disgustados con la burocracia de la UE y furiosos con el estancamiento de la economía. También ellos pueden aprender de los holandeses.
Ahora, el primer ministro Rutte es el agasajado de casi toda Europa, ante la demostración de que se puede detener el populismo. El líder del Partido Popular por la Libertad y la Democracia dice que quiere escuchar el mensaje de la gente que se siente excluida en su propio país, pero que los dominós empujados por el “populismo equivocado” han dejado de caer.
Fue tal el alivio, que la canciller alemana, Ángela Merkel, lo felicitó apenas conocidas las encuestas de boca de urna. El Ministerio de Relaciones Exteriores escribió en un tuit que “el pueblo de Holanda ha dicho no a los populistas antieuropeos. Eso es bueno”.