Shirley, la niña de pelo corto fichada por los Marín
De Cruz, los hermanos destacan que era ‘más buena’ que los hombres
Con una fotografía antigua y un mensaje, Shirley Cruz felicita a los hermanos Erick y Miguel Marín, quienes se destacan con Limón FC en el inicio de la cuadrangular final del Torneo de Verano 2017.
Con los Marín, la jugadora mejengueaba de niña.
La futbolista del Paris Saint-Germain, de Francia, rememora cómo debía dejarse el cabello corto para simular ser un hombre.
Esto le permitía filtrarse entre los equipos masculinos y así jugar fútbol.
En una época en la que escaseaban los clubes femeninos, Cruz se abrió campo para luego convertirse en la principal referente de Costa Rica en el balompié de mujeres.
Los hermanos Marín todavía recuerdan cuando Shirley llegó al equipo.
Primero, fue al de Lomas del Río, en Pavas, y luego la ficharon en el plantel del barrio, conocido como Los Tulipanes.
Cuenta Miguel que antes de jugar allí, a Cruz le había costado encontrar equipo, pues siempre le ponían trabas por ser mujer.
Para ellos fue fácil aceptarla. Desde el primer día que la enfrentaron se dieron cuenta de que era mejor que la mayoría de hombres.
Le dijeron que tuviera cuidado con algún golpe, pero nunca hubo inconveniente. Era muy inteligente para jugar y evitaba el contacto.
A veces se cansaba de meter goles y decía: “Mejor me voy a defender”.
“En realidad, era la goleadora. La primera vez que la vimos, la contratamos en el equipo de nosotros (risas). Desde esa edad, era mejor que uno”, cuenta Miguel, quien es el menor de los Marín.
Erick y Miguel a veces conversan sobre el crecimiento de su excompañera en el campo.
Ellos todavía recuerdan cuando armaban retos y les ex- plicaban a los futbolistas del equipo rival que tenían una mujer en la nómina.
“Al principio, siempre decían: ‘Va a ser fácil’, pero luego, cuando ella tomaba el balón y se los bailaba, más bien se enojaban”, contó Erick.
La niña de pelo corto que jugaba con varones se hizo grande. La cabellera creció y la magia de su pierna izquierda se multiplicó.Hoy, los Marín bromean y aseguran que debieron cobrar derechos de formación por ella.