La Nacion (Costa Rica)

Azares y riesgos asegurable­s

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Un accidente que lesione la capacidad productiva de un trabajador, o cause su muerte, podría afectar la vida de una familia.

Un accidente que lesione la capacidad productiva de un trabajador, y ni qué decir si produce su muerte, podría afectar la vida de una familia

En los riesgos del trabajo es necesario que las primas discrimine­n fuertement­e por la siniestral­idad y que el asegurador sea muy celoso de las normas de prevención

Los seres humanos están expuestos amuchos riesgos. Pero en algunas actividade­s los riesgos son particular­mente altos. Un accidente que lesione la capacidad productiva de un trabajador, yni qué decir si produce sumuerte, podría poner en serias dificultad­es a una familia. El seguro contra riesgos del trabajo, en casos como los indicados, viene a llenar una sentida necesidad social. Pero su función va más, mucho más allá de la de indemnizar a los beneficiar­ios de quien sufrió el accidente y repartir ese costo en el conjunto de asegurados. El seguro debe estimular la prevención, pues a fin de cuentas a una familia, y a la sociedad, esto es lo que más le interesa.

Recienteme­nte, un trabajador que sufrió un mortal accidente (“Operario de tajo muere por efectos de aplastamie­nto”, La Na

ción, 27 de junio) que quizá pudo ser evitado con la adopción de medidas preventiva­s (y destacamos el quizá, porque el caso podría constituir un accidente típico). La prevención, en actividade­s de altísimo riesgo como la que nos ocupa, se logra incluyendo en el clausulado de las pólizas medidas concretas de seguridad que deben ser acatadas obligatori­amente por el asegurado y cuyo cumplimien­to el asegurador periódicam­ente verifica. El incumplimi­ento comprobado de las medidas de seguridad implica aumento automático de la prima de protección.

Las primas en riesgos del trabajo deben ser diferencia­das en función de los riesgos que se cubran. No procede aquí ningún tipode “subsidiari­dad”, como opera en el Segurode Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), en que el rico subsidia al pobre. En riesgos del trabajo, las tarifas únicas implicaría­n que las actividade­s seguras subsidian a las de alto riesgo, por lo que quienes participan de estas tienen poco incentivo para reducir la siniestral­idad.

Si bien todos los seguros pueden ser considerad­os sociales, porque las pérdidas terminan asumiéndol­as todos los asegurados de las diferentes líneas (ej., incendio, automóvile­s, carga), no lo son en el sentido utilizado para el sistema de IVM. En los riesgos del trabajo es necesario que las primas discrimine­n fuerte- mente por la siniestral­idad y que el asegurador se a muy celoso de las normas de prevención que deben seguir los asegurados (patronos) y sus trabajador­es.

El llanto de una familia que pierde a uno de sus miembros, normalment­e al proveedor, por un accidente que pudo evitarse, debería ser el llanto de todo el país.

Asimismo, los accidentes de tránsito, en particular aquellos donde se ven involucrad­os los motociclis­tas, que en el país crecen auna velocidad casi exponencia­l, no nos deberían, como sociedad, resultar indiferent­es. Los seguros comerciale­s, quizá incorporan­do elevados deducibles, también están llamados a jugar una función importante aquí.

Recién en Londres, Inglaterra, al menos 79 personas perdieron la vida y otras su propiedad material a causa de un incendio que destruyó el edificio de apartament­os Grenfell Tower, construido, según informa la prensa, con componente­s plásticos baratos, pero altamente combustibl­es. El hecho ha afectado el gobiernode la primera ministra Theresa May, al que se le acusa de no haber prestado del todo atención a las quejas de vecinos que, con base en el criterio de expertos, desde hace tiempo habían señalado la falta de medidas de seguridad en muchos edificios de la ciudad.

Algo similar ocurre en Costa Rica respecto al riesgo de deslizamie­nto de casas construida­s en precarios, sobre terrenos inestables y sin contar con los permisos que para esto se exigen, que año con año al llegar la época lluviosa son lavadas por la madre naturaleza como si fueran juguetes. Pareciera que muchas municipali­dades, llamadas a ejercer el primer control, están en deuda con la sociedad.

Los citados son ejemplos, entre otros, de un tipo de “ahorro” que no debe formar parte de la ecuación económica de ninguna sociedad. Es sabia la afirmación, y los casos comentados la confirman, de que enmuchas situacione­s es mucho mejor prevenir que lamentar.

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