Debate por piña atiza roces sobre efectos de cultivo
ACálculos van desde 36.000 hasta 57.000 hectáreas dedicadas a esta fruta, pero productores aseguran que antes se debe diferenciar entre el área bruta y el área que efectivamente está sembrada
Un diferendo relacionado con el área real cultivada de piña en Costa Rica, ayudó a elevar la discusión sobre el impacto social y ambiental de ese cultivo.
Mientras el Censo Nacional Agrícola del 2014, del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), detectó 36.000 hectáreas dedicadas a piña, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) las estima en 43.000 hectáreas al 2016, según el informe anual de la Secretaría Ejecutiva de Planificación Sectorial Agropecuaria (Sepsa).
Pero el desacuerdo creció cuando grupos ambientalistas comenzaron a usar datos del Monitoreo de Cambio de Usos en Paisajes Productivos (Mocupp), que, mediante imágenes satelitales y análisis de especialistas, determinó que al 2015había 57.000 hectáreas con piña.
El estudio comparó la cobertura piñera del 2000 con el 2015. El análisis lo desarrolló el Centro Nacional de Alta Tecnología (Cenat), a pedido del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), dijo Kifah Sasa, de la cartera de Desarrollo Sostenible de esa organización.
Estos datos ayudaron a que quienes critican la expansión piñera elevaran su queja por la supuesta ampliación de la frontera agrícola, que se acerca ya a las áreas protegidas.
Fruto del trabajo que han realizado, lograron la prohibición del herbicida Bromacil en el país, la paralización de siembra en una finca cercana a humedales en la zona sur, y la intervención de la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) en piñeras de la zona norte, adujo Mauricio Álvarez, presidente de la Federación Ecologista Nacional (Fecon).
No obstante, el presidente de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (Canapep), Abel Chaves, dijo que el PNUD no diferencia entre área neta cultivada y área bruta. Según él, para definir el área real, se deben reducir los espacios de caminos, plantas empacadoras, canales de drenaje, separación entre encamados de siembra y otros.
Para Canapep, la cifra de 43.000 hectáreas sembradas, divulgada por el MAG, es el área neta dedicada a ese cultivo.
Impacto forestal. Uno de los objetivos del Mocupp, explicó Sasa, es saber si aumenta o baja el área de un cultivo específico cada año, pero también saber si se afectó cobertura vegetal.
En ese sentido, el estudio base halló que, entre el 2000 y el 2015, como parte de la expansión piñera, se utilizaron 5.565,9 hectáreas de cobertura forestal (van desde reforestaciones hasta algún tipo de bosque).
El resto de la expansión posiblemente se realizó en áreas que no eran de cobertura forestal, reconoció Sasa. Los piñeros señalan que se abarcaron tierras antes dedicadas a ganadería, raíces y tubérculos, arroz y otros cultivos menos rentables.
Chaves estima que aplicar ese análisis solo al sector piñero es “una campaña de acoso”.
El PNUD explicó que la idea no era fomentar choques entre las partes, sino prevenir a los productores, pues 500 grandes empresas del mundo firmaron cartas voluntarias, con auspicio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para no adquirir productos de compañías cuya actividad afecte la cobertura forestal.