Candidato a diputado del PLN presionó a la CNE para ayudar a Bolaños
Víctor Hugo Víquez, primer lugar por Heredia, intercedió en el 2013 Gestión para darle contrato de obra pública Víquez, como legislador en 2013, alegó que ‘debido a que (Bolaños) ayuda al PLN, quiere las cosas a como dé lugar’ Al final no se le adjudicó a
“Nunca he enviado absolutamente nada. No recuerdo yo que haya hecho una gestión de Juan Carlos Bolaños y menos de esta obra (en Mora). REACCIÓN INICIAL DE VÍCTOR HUGO VÍQUEZ. DIPUTADO 2010-2014 Y AHORA CANDIDATO POR HEREDIA
“SÍ LO CONOZCO, ¿QUIÉN NO CONOCE A JUAN CARLOS BOLAÑOS EN ESTE PAÍS? LO CONOCÍ HACE AÑOS CUANDO ERA DIPUTADO (...). ME LO PRESENTARON, LO SALUDÉ, ME LO TOPÉ MUCHAS VECES EN RESTAURANTES. Víctor H. Víquez 24 de setiembre al oficializar candidatura
La Auditoría Interna de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) denunció en el 2013 al actual candidato a diputado liberacionista, Víctor Hugo Víquez, porque envió mensajes de texto a la entonces presidenta ejecutiva de esa institución, Vanessa Rosales, en apoyo al empresario de construcción Juan Carlos Bolaños.
La denuncia por un presunto tráfico de influencias la presentó laAuditoría ante la Procuraduría de la Ética Pública.
En aquel momento, Víquez era legislador de la bancada del Partido Liberación Nacional (PLN) y hoy es candidato al primer lugar por Heredia.
El 15 de marzo del 2013, Víquez y Rosales tuvieron un intercambio de mensajes debido a que Bolaños aspiraba a ganar un contrato de obra pública que estaba por adjudicar la CNE para arreglar unos taludes en el cantón de Mora.
Según el expediente de la Procuraduría, primero, el político le expuso el interés del empresario en el concurso y le agradece la ayuda que pueda brindársele.
Rosales le respondió mostrando su disgusto por la intervención y afirmó que Bolaños debía plantear sus reclamos por las vías administrativas.
Finalmente, Víquez se disculpó por el primer escrito y “comenta que Juan Carlos Bolaños, debido a que ayuda al Partido Liberación Nacional, quiere las cosas a como dé lugar, y que él cayó en su juego (SIC)”, puntualiza el expediente. RVEA DETALLE EN PÁG. 5A
Anoche, el candidato presidencial del PLN, Antonio Álvarez, calificó como “grave” la situación planteada contra Víquez. RVEA NOTA APARTE.
La oficina de prensa de la Procuraduría informó de que el caso se refiere a una contratación de emergencia para levantar obras de estabilización de taludes en el camino entre Ciudad Colón y El Rodeo de Mora, en febrero del 2013.
Según la denuncia, Bolaños le solicitó a Víquez que interviniera ante Rosales “con el propósito de que le diera atención al asunto de su interés”.
Los días 14 y 15 de marzo de 2013, Bolaños, dueño de la empresa JCB Alquiler de Maquinaria S. A., envió una serie de mensajes de texto a Rosales desacreditando a otro oferente que participaba en el concurso y al cual, al final, se le adjudicó el proyecto. Se trata de la empresa Rodio Swissboring S. A.
En uno de los textos, el empresario de construcción le mencionó que “Víquez” le dijo que ella no conocía de eso, pero que la información enviada era para que estuviera ubicada cuando le llegara el asunto.
Incluso, el 12 de marzo, presentó un oficio en la proveeduría de la CNE con una serie de observaciones para descalificar las ofertas presentadas por otras dos compañías.
Rosales se abstuvo. Ante los mensajes de Víquez y Bolaños, Vanessa Rosales pidió a la Junta Directiva de la CNE permiso para abstenerse de participar en la adjudicación. En su lugar, se designó al director ejecutivo de la institución, Álvaro Montero.
Ella adujo que, a causa de los intercambios, se había enterado del contenido del expediente de manera anticipada.
En la sesión de Junta Directiva, la auditora Miriam Orozco conoció el caso, procedió a realizar una investigación y a inter- poner la denuncia.
“La Procuraduría de la Ética Pública ordena la desestimación de la denuncia, porque considera que las actuaciones analizadas del diputado Víctor Hugo Víquez no llegan a configurar un delito de tráfico de influencias. Se obtiene evidencia que acredita la existencia de una serie de mensajes de texto enviados por el entonces diputado Víctor Hugo Víquez a la presidenta del CNE para que atendiera una gestión relacionada con el trámite del expe- diente de la contratación por emergencia Nº 74-2012 de interés del empresario Juan Carlos Bolaños Rojas”, señala la resolución DEP-067-2013, del 6 de noviembre del 2013.
“Sin embargo, se constata también que la actuación del servidor Víctor Hugo Víquez no produjo ningún resultado ventajoso para la empresa JCB Alquiler de Maquinaria S. A., debidoaque la funcionariaVanessa Rosales se separó del conocimiento del asunto y, finalmente, la contratación le fue adjudicada a otros oferentes.
”El delito de tráfico de influencia requiere para su configuración que la acción de influencia desplegada por el agente produzca, directa o indirectamente, un beneficio económico o ventaja indebidos”.
Dice no recordar. Ante consultas deLa Naciónyaunquese le dijo que la Procuraduría confirmaba la existencia de los mensajes enviados a Rosales, Víquez dijo norecordar simantuvo el intercambio de mensajes.
Negó estar al tanto de la existencia de un expediente en su contra por un aparente tráfico de influencias
En primera instancia dijo: “No, nunca, que yo recuerde no, nunca he enviado absolutamente nada. No recuerdo yo que haya hecho una gestión de Juan Carlos Bolaños y menos de esta obra, fijate vos ¿qué tengo que ver yo con ese cantón?”.
Minutos después alegó: “No me puedo referir porque no conozco absolutamente nada, déjeme llamar a la Procuraduría mañana (jueves) y con mucho gusto me refiero, pero yo no tengo absolutamente nada”.
Más tarde insistió en que no recordaba: “Si digo que sí, miento; si digo que no, miento”.
Víquez aseguró que nunca recibió a Bolaños en la Asamblea Legislativa y que lo conoció en el bar La Flota, en el centro de San José, con quien se tomó “un trago”. Según dijo, se lo presentó el entonces parlamentario del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Wálter Céspedes.
El 24 de setiembre anterior cuando se oficializó su candidatura, el político herediano reconoció que conocía al empresario Bolaños, pero que no era su amigo y que prueba de ello era que no sabía dónde vivía.