La historia militar del país revive con los 100 años del Cuartel Bellavista
AUn cañón, espadas, rifles y quepis figuran entre los objetos que muestra el Museo Nacional en su recién inaugurada exposición
“Cuando éramos chiquillos, jugábamos escondido, y algunos de quienes se metían debajo de los pisos salían con cartuchos de bala en las manos, de alguna de las guerras que dejaron heridas en el edificio”.
Así recuerdaFernando Leitón el histórico Cuartel Bellavista, hoy casa del Museo Nacional, que este 2017 cumple 100 años de construcción.
Allí se lleva a cabo la exposición Memorias del Ejército en
Costa Rica, que muestra una robusta colección de artículos militares a la que este vecino de barrio La California ha dedicado décadas, así como fotos y objetos del Museo.
La exhibición invita a los espectadores a un viaje por la historia militar de Costa Rica desde la época precolombina y las sublevaciones de las sociedades indígenas, hasta la abolición del Ejército, en 1948.
La muestra abrió sus puertas el 19 de octubre anterior y estará abierta alpúblico hasta febrero del 2018. Puede visitarse de martes a sábado, de 8:30 a. m. a 4:30 p. m., y los domingos, de 9 a. m. a 4:30 p. m.
Los diversos objetos y fotos se exhiben en la sala de los antiguos calabozos del emblemático cuartel, considerado el espacio más original del inmueble, donde todavía se conservan las celdas con grafitis de la década de 1940, los restos de los baños y retretes, parte de la cocina y la entrada de uno de los túneles internos.
Dado que en este 2017 el inmueble cumple 100 años desde que se inició su construcción (empezó en 1917, se detuvo en 1919 y se reanudó en 1928), la exhibición hace especial énfasis en los hechos ocurridos en torno al edificio.
Unas 200 piezas, entre las que destacan espadas, cascos, quepis, rifles, municiones, un cañón y fotografías –algunas inéditas– componen la exposición.
Entre los ejemplares más llamativos está un cañón de montaña con el grabado “President Guardia”, que data de 1872 y que, según la investigación de Fernando Leitón, pudo haber sido adquirido por el mismo Tomás Guardia al fabricante norteamericano Broadwell, en la Exhibición Universal de Viena, en 1873.
Leitón no solo puso en préstamo del Museo sus históricas pertenencias, sino que también colaboró como cocurador de la muestra, pues aportó su conocimiento al seleccionar las piezas expuestas.
“La colección de Fernando es única en armamento y espadas. Tiene cosas muy exclusivas del Ejército nacional de finales del siglo XIX y principios del XX, que las usaban los altos cargos, la oficialidad del Ejército”, agregó Gabriela Villalobos, curadora de la muestra e historiadora del Museo. Varios siglos de viaje. Memorias del Ejército en Costa Rica
explora toda la vida armamentista del país. De hecho, el recorrido se inicia con una mirada a los conflictos bélicos de la época precolombina. Un guerrero de piedra que forma parte de la muestra es prueba de ello.
Continúa con detalles sobre las milicias coloniales y la dominación española, hasta llegar a la icónica Campaña Nacional de 1856-1857.
Después, se detiene en el siglo XX. Primero, en la dictadura de Federico Tinoco (1917-1919), la Guerra de Coto contra Panamá (1921), el conocido Bellavistazo (1932) y la determinanteGuerra Civil de 1948.
La propuesta enfatiza en la abolición del Ejército, el 1.° de diciembre de 1948, a cargo de José Figueres Ferrer, acto simbólico que se ejecutó con un mazazo en uno de los muros del cuartel.
La exhibición dimensiona la importancia que tal decisión tuvo en la vida democrática costarricense y revela las razones políticas de la Junta Fundadora de la Segunda República para tomar tal determinación.
¿Cómo seguir construyendo un país de paz? Esa es la inquietud que deja la muestra en los ciudadanos. ■