Poderoso exministro detenido en Argentina
BUENOS AIRES.
Julio De Vido, quien fue un poderoso ministro en los gobiernos argentinos de Néstor Kirchner y su esposa y sucesora, Cristina Fernández, quedó detenido ayer por orden de la Justicia, que lo acusa de presunto desvío de fondos públicos, tras perder fueros de diputado.
Minutos después de que se votó el desafuero en la Cámara Baja, gendarmes (policías militarizados) ingresaron a la vivienda de De Vido en el barrio de Palermo, en Buenos Aires, para proceder al arresto, según imágenes de la TV.
El exfuncionario no estaba y en esos momentos se entregaba ante los jueces en el Palacio de Tribunales para prestar declaración indagatoria, señaló el canal C5N.
Como ministro de Planificación entre el 2003 y el 2015, De Vido manejó miles de millones de dólares a cargo de la obra pública. Está acusado de desvío de fondos en la importación de gas licuado y en la administración de un yacimiento carbonífero.
Su desafuero recibió 176 votos a favor y una abstención en la Cámara, que tiene 257 escaños. El bloque Frente para la Victoria (peronistas de centroizquierda, kirchneristas) no bajó al recinto a participar del debate, al considerar que la iniciativa de los legisladores del presidente Mauricio Macri y sus aliados contaba con la mayoría necesaria para sancionar la aprobación.
La expresidenta Cristina Fernández (2007-2015), ahora senadora electa, declaró re- cientemente que no pone “las manos en el fuego por De Vido, ni por nadie”, pero la desgracia de su exministro es un nuevo golpe para ella.
La exgobernante vio derrotado su espacio político el pasado domingo en las elecciones legislativas de medio término, en momentos que varias denuncias por corrupción pesan en su contra, una de ellas por presunto cobro de sobornos de dosempresarios.
Fernández además debe declarar hoy por presunta “traición a la patria” por haber logrado que el Congreso apruebe un acuerdo con Irán para llevar a un banquillo de acusados a exgobernantes iraníes por el atentado contra el centro judeo-argentino AMIA en 1994.
Su abogado afirma que el acuerdo nunca entró en vigencia por culpa de Teherán.