INA mantiene 12 carreras con menos de 10 alumnos
Al año, cada capacitación cuesta ¢9 millones; cursos de Excel, ¢8 millones Matrícula en los planes de estudio decayó un 21% entre 2009 y 2016
En el INA, el año pasado, solo ocho estudiantes se matricularon en la carrera de retratista y siete se interesaron en ser guías de turistas en Historia y Cultura.
Además, la formación en Arte finalista para impresión flexográfica despertó el interés de tan solo cinco alumnos.
Esa poca afluencia es lo normal en 12 programas del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), cuyas matrículas no superan los 10 estudiantes en un año. RVEA RECUADRO ADJUNTO.
La entidad imparte 281 carreras que, entre todas, sumaron 52.911 matrículas (un alumno puede registrarse en más de una) en el 2016.
Sin embargo, solo 15 programas de estudio acumularon el 60% de la matrícula (32.066 alumnos). En este grupo se incluye la carrera de Operador de Aplicaciones Ofimáticas (para el manejo de paquetes como Excel, Word o Power Point), que es la que más registros genera: el 33% de las inscripciones (17.611).
Los 266 planes de capacitación restantes agrupan el 40% (20.845 estudiantes).
Para atender a los 17.611 alumnos de la carrera de Operador de Aplicaciones Ofimáticas, el INA invierte ¢7,8 millones al año en pago de docentes, instalaciones, equipo, etc. Para dar lecciones a los cinco alumnos de Arte finalista para impresión flexográfica destina más dinero: ¢8,7 millones.
El secretario general del Sindicato de Trabajadores del INA (Sitraina), Luis Ricardo Jara, dijo que su representada ha denunciado que los cursos no tienen los alumnos que se esperan, lo cual es culpa de la Administración.
“Usted llega a algunos centros y da miedo porque no hay estudiantes. La sede central (en La Uruca), por ejemplo, es un reflejo de lo que ocurre a nivel nacional. Hay una cantidad de alumnos con la que se inicia un curso, pero se terminan yendo por falta de becas; o bien, el alumno entra becado y a media carrera le recortan la beca o se la quitan del todo”.
También consideró que falta divulgación de las carreras y que la entidad no ha hecho estudios para conocer las necesidades del mercado laboral.
En el 2009, la matrícula en los programas del INA ascendió a 67.089; en el 2016 esa cifra se redujo a 52.911 (cayó un 21%, para 14.178 inscripciones menos). Además, el año pasado, la tasa deserción en los programas técnicos llegó a 9,6%. O sea, que, en ese año, más de 5.000 matrículas se perdieron por estudiantes que se salieron de programas que pueden durar de tres meses hasta 2 años y medio.
Gloria Acuña, subgerenta técnica de la entidad, explicó que se atiende un requerimiento específico de las cámaras empresariales. Si estas tienen una necesidad de capacitación, se les abre un curso. Otras carreras, responden a “estudios de demanda”, agregó.
Sin articulación.“Pese al elevado presupuesto institucional, la infraestructura, los recursos humanos y la amplia misión institucional, la definición y entrega de servicios que efectúa el INA en la actualidad no se adecua de la mejor manera a las demandas de los sectores productivos del país”, se lee en el informe Modernización de la formación pro
fesional en Costa Rica, dado a conocer el 26 de setiembre por el propio Instituto.
Allí se detalla que solo 25 de cada 100 personas que no tienen trabajo y se matriculan en la entidad logran colocarse en una actividad relacionada con lo estudiado. Otras 60 se quedan sin conseguir trabajo.
Desde el 2008, los empresarios han advertido de que la oferta de carreras en la institución no responde a las necesidades del sector empresarial.
“Hemos escuchado por parte de la Cámara Costarricense de Hoteles que los programas que se aplican para hoteleros, no es lo que actualmente se necesita”, enfatizó Jorge Luis Araya, subdirector ejecutivo de la Unión de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep).
Para el sindicalista Jara, uno de los problemas es que debido a los pocos alumnos que se anotanenlas carreras, los docentes contratados para impartirlas terminan haciendo tareas diferentes.