La TIR de la educación
Uno de los primeros aprendizajes de la economía es que los recursos económicos son escasos y de uso alternativo, mientras que las necesidades humanas son diversas e ilimitadas. Por eso, toda decisión de asignación de recursos a una actividad específica lleva implícita un sacrificio de otras necesidades que se dejaron de satisfacer, conocido como el costo de oportunidad.
En el caso de nuestro país, por mandato constitucional se tomó la decisión de asignar el 8% del producto interno bruto (PIB) para financiar la educación; es decir, al año se destinan cerca de $4.400 millones.
En finanzas, se acostumbra a medir la rentabilidad como la comparación del valor presente de los beneficios futuros con el costo de la inversión realizada y a esa tasa de rendimiento se le llama la tasa interna de retorno (TIR) de la inversión.
Por ejemplo, el último informe publicado por el INA denominado Modernización de la for-
mación profesional en Costa Ri
ca deja mucho que desear al revelar que 25% de sus graduados obtiene empleo en su campo y que 60% de los desempleados que ingresaron a estudiar al INA no consigue empleo. No puede haber mayor frustración para el individuo y para el país, de hacer esta inversión significativa y que los beneficios esperados para el futuro del todo no se den, tirando por la borda miles de millones de dólares.
Esta situación que revela el estudio del INA debería ser mandatoria para todos los beneficiarios de ese 8% en una rendición de cuentas de los usos y beneficios que se le están dando a esos dineros.
De igual forma, me parece que, con carácter de urgencia, debe revisarse la oferta y los planes educativos para que se ajusten a la demanda del mercado laboral, ya que, por ejemplo, uno de cada tres empresarios opina que las carreras del INA no responden a las necesidades del sector productivo.
También se requiere que las universidades públicas y privadas, así como el mismo INA, se acerquen a los colegios para ayudar a los muchachos en su orientación vocacional.
De igual forma, la educación dual, el teletrabajo, la enseñanza del inglés a todo nivel, así como el uso de las nuevas tecnología y dispositivos digitales son necesarias para que nuestros muchachos sigan siendo competitivos a nivel global.