El santacruceño que ahora viste la camiseta de su ídolo
En Villarreal de Santa Cruz, un pequeño pueblo a cinco kilómetros de playa Tamarindo, en Guanacaste, nació Léster Morgan. En tierra de pescadores, el ya fallecido arquero mundialista acabó por convertirse en una leyenda local.
Años después, las nuevas generaciones lo recuerdan como el portero que abandonó el terruño para jugar en Primera con Herediano.
Hace cuatro años, a sus 17, Allan Cruz visitó, por segunda vez en su vida, el Valle Central. Un amigo suyo le pidió que lo acompañara a hacer una prueba con Uruguay. No quería viajar solo desde Villarreal, así que ambos tomaron el autobús y se dirigieron a Coronado.
Después de la primera práctica, su amigo se devolvió a casa y Cruz se quedó para contar la historia. Carlos Watson, el entonces entrenador de los lecheros, lo miró y le pidió que se viniera a vivir a la casa club para que formara parte del plantel.
Así comenzó la travesía de la joven revelación de Herediano, quien a sus 21 años disputa la fase decisiva del torneo, contra cualquier pronóstico posible.
Hace cuatro años, no conocía el Eladio Rosabal Cordero, estaba a 255 kilómetros de distancia del marco que alguna vez defendió Léster Morgan, su ídolo de infanciayelde lamayoría dejóvenes futbolistas de Villarreal que aspiran a vivir del fútbol.
Accidente o no, Cruz estuvo a punto de rechazar la petición de su amigo de acompañarlo a Coronado. Unos meses antes había conocido por primera vez elValle Central y se llevó una decepción, cuando su tío Marvin Guadamuz le consiguió una prueba en el Saprissa y lo mandaron de vuelta para la casa.
Sin embargo, al final accedió. Sin un solo entrenamiento en escuela de fútbol, peromuchas horas en la plaza del pueblo, jugó en el equipo infantil y en el Alto Rendimiento de Uruguay.
Como suele suceder, los morados lo invitaron a Saprissa de Corazón, con el que actuó una temporada antes de regresar a Coronado.
Watson fue justamente quien le abrió las puertas en la Primera. Después, con el descenso del equipo, el gerente florense Jafet Soto lo contactó para ofrecerle un contrato.
Hasta para el mismo volante fue sorpresivo cuando Soto le dijo que no iría a préstamo a Belén, sino que se mantendría en el club para esta temporada.
Algunos pocos de su pueblo consiguieron jugar en la Liga de Ascenso y poquísimos llegaron a Primera: Léster Morgan y Allan Cruz son las excepciones a la regla del barrio, aun cuando la plaza siempre pasa llena.