La Nacion (Costa Rica)

Construir un lugar de trabajo con inclusión de género

- Kathy Bloomgarde­n NORBERTO H. LABIOSA

N UEVA YORK – La ola de casos de acoso sexual de alto perfil que comenzara con las revelacion­es de Hollywood está teniendo un profundo efecto en entornos laborales mucho menos glamorosos. Al igual que esos importante­s estudios de cine se han visto obligados a tomar medidas contra el abuso, una revolución similar barre los lugares de trabajo en todo el mundo, potenciada por el movimiento (#YoTambién) de mujeres que se atreven a hacer públicas sus experienci­as de acoso. #MeToo

Ha sido terrible conocer los abusos sufridos pormujeres a manos de hombres poderosos como HarveyWein­stein, Matt Lauer y Al Franken, pero también es profundame­nte motivador ver que el mundo corporativ­o se ha tomado el proble- KATHY BLOOMGARDE­Nes directora ejecutiva de Ruder Finn. © Project Syndicate 1995–2018 Too #Me- Business Review #MeToo Harvard medir los riesgos a la reputación y la satisfacci­ón del cliente, y deberían hacer lo mismo para proteger a su personal.

Para terminar, las compañías deben dar respuesta a las inquietude­s de sus empleados más jóvenes, que heredarán la oficina en el futuro. A medida que más entran a la fuerza laboral y exigen una mayor igualdad, los empleados más jóvenes ya cuentan con una voz más fuerte que en el caso de las generacion­es pasadas. Un estudio reciente del Boston Consulting Group determinó millennial­s millennial­sconsidera­rían

Necesitamo­s estrategia­s para promover interaccio­nes saludables entre empleados

ñía que compartier­a sus valores, mientras que la Sociedad para la Administra­ción de Recursos Humanos nota que un 94 % de los trabajador­es jóvenes desea usar sus habilidade­s para una buena causa. En lugar de resistirse a estas tendencias, las compañías deberían ver maneras de aprovechar las buenas intencione­s de sus talentos más jóvenes.

Para crear un lugar de trabajo más inclusivo, la dirección debe idear narrativas que apoyen los cambios que piden sus empleados. Lo que es más importante, los empleados necesitan modelos de rol. La disposició­n de famosas como Salma Hayek, Rose McGowan y Reese Witherspoo­n para compartir sus historias de acoso sexualempo­deraron a mujeres de muy diferentes ámbitos a abrirse también. Los cambios en la cultura del lugar de trabajo exigiránun liderazgo de una solidez similar.

Ese cambio se atisba en el horizonte y me siento inspirada por las mujeres y los hombres que llaman a las generacion­es futurasatr­abajar juntosdema­nera más equitativa. Es fácil sentirse abrumados por lacompleji­dad de estos problemas, pero el cambio es inevitable si los directivos y empleados se pueden compromete­r a desarrolla­r ambientes de trabajo inclusivos y orientados a objetivos.

Puede que las mujeres de Hollywood hayan iniciado lo que se ha convertido en un llamado global por la igualdad en el trabajo, pero esa revolución no es menos significat­iva para aquellos de nosotros que caminamos sobre alfombras menos coloridas. puestos de liderazgo fomenta la cooperació­n de los empleados y conduce a organizaci­ones más saludables. No se trata de una idea nueva: un estudio del 2016 publicado en la revista

demostró que las compañías con más mujeres en altos cargos ejecutivos generan mayores utilidades. Otros estudios han mostrado que las mujeres se desempeñan mejor bajo estrés y, amenudo, toman decisiones más inteligent­es. Pero a pesar de los obvios beneficios que aporta el sexo femenino, sigue subreprese­ntado en los puestos de liderazgo sénior en compañías de todo el mundo.

El cambio también se necesita en el lugar de trabajo digital. Puede que los predadores acechen en los puntos de encuentro de la oficina, pero también son activos en las comunidade­s en línea, salas de chat y foros. Las inquietude­s planteadas por el movimiento se volvieron virales en las redes sociales en cuestión de horas, y en cualquier momento una ira similar podría arrastrar a una organizaci­ón. Por consiguien­te, las compañías deben promover activament­e la buena educación en línea y tomarse en serio todo comentario e inquietud expresado por sus empleados. Lamayoría de las compañías ya monitorean las redes sociales para ma en serio al intentar crear un “futuro en común” para sus empleadas mujeres. La respuesta colectiva al movimiento

podría marcar un punto de inflexión sobre la manera en que los empleadore­s ven el acoso sexual y otros asuntos de género, como la brecha salarial y el poder.

Pero la revolución en el lugar de trabajo está lejos de ser cosa del pasado. Se precisan nuevas estrategia­s para promover interaccio­nes saludables entre los empleados. Si se maneja adecuadame­nte, la igualdad de género promueve la productivi­dad y los resultados de negocios, mientras que si se pasa por alto la discrimina­ción sexual puede destruir la cultura de una oficina, y muchísimo más.

Tradiciona­lmente, las compañías han adoptado un enfoque de elaborar listas para abordar el acoso, usando políticas escritas y capacitaci­ones en un débil intento de promover el respeto. Pero este método verticalis­ta ha demostrado ser ineficaz, como los escándalos en Uber y otras firmas tecnológic­as lo atestiguan. Si se ha de limitar el abuso en el lugar de trabajo, los líderes empresaria­les y principale­s ejecutivos precisan de un enfoque nuevo.

La primera prioridad es lograr un balance de género en la dirección. La diversidad en los que los empleados jóvenes varones a menudo son más abiertos de mente que sus superiores en asuntos como licencias familiares y diversidad, lo que sugiere que el verdadero liderazgo sobre igualdad de género en realidad viene de los empleados más jóvenes.

Más aún, los investigad­ores de la Universida­d Rutgers han demostrado que más de un 50 % de los un recorte a su salario si eso significa trabajar para una compa-

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