La Nacion (Costa Rica)

Preguntar para votar

- Eduardo Ulibarri

P ara responder, primero hay que preguntar. Para decidir, también. Para votar, ni se diga.

Nos interrogam­os constantem­ente sobre aquello y aquellos que nos rodean. Unas veces lo hacemos de formaintui­tiva, automática, impercepti­ble, incluso inconscien­te. Otras, con racionalid­ad, método y objetivos claros.

En política, usamos ambos tipos de ejercicios mentales para escoger candidatos y partidos. Marcar una papeleta –como enrolarse en un trabajo o decidir qué bicicleta comprar– es un ejercicio en que se mezclan la emoción y la razón. ¿Cómo conducirlo para obtener el mejor resultado posible el 4 de febrero, o reducir el margen de arrepentim­iento tras el 8 de mayo?

Mi respuesta: afinar nuestra curiosidad y convertirl­a en un cuestionar­io estructura­do. Porque, como escribió el filósofo contemporá­neo español Fernando Savater, “a veces entender mejor lo que uno pregunta es ya casi una respuesta”. Por algo uno de sus libros más exitosos, además de accesible y orientador, se titula

Lo reco- Las preguntas de la vida. vo y negativo respecto a cada candidato o la candidata bajo considerac­ión, saque un “promedio” cualitativ­o de cada uno y considere seriamente votar por los que logren mejor resultado, aunque tengamos la certeza de que están lejos de lo ideal.

Podrá haber otra serie de factores, quizá insondable­s (espero que no inconfesab­les), ajenos a esta breve lista.

Acepto, como escribió el multipensa­dor y moralista francés del siglo XVII, Blas Pascal, que “el corazón tiene razonesque­la razón no conoce”. Sin embargo, al decidir el voto, la mente debe imponerse al corazón y, sobre todo, al hígado. Quizá estas 20 preguntas ayuden.

El segundo grupo, “Carácter y actitudes”, se acerca mucho más a lo personal: cómo percibimos rasgos individual­es, relevantes para gobernar, entre los 12 candidatos y la única candidata.

En este caso, la dimensión subjetiva aumenta, razón de más para interrogar­nos con distanciam­iento.

Finalmente, en “Él (o ella) y yo”, planteo cuatro preguntas poco convencion­ales, que pretenden ayudarnos a escarbar en disparador­es intuitivos y emocionale­s en relación con los aspirantes.

Para tomar su decisión final, le sugiero que haga un balance entre lo que defina como positi- miendo.

Siguiendo esta guía, a finales de diciembre, comencé a articular una serie de interrogan­tes para orientar el voto. Seleccioné las 20 que consideré más útiles y las publiqué, una a una, en Twitter y Facebook.

Al repasarlas días después, me di cuenta de que se refieren a tres grandes grupos de razonamien­to o intuición. Decidí, entonces, clasificar­las y distribuir­las en cada uno, afinar su estilo y publicarla­s en mi soporte mediático preferido (el impreso), que es también el más propicio para la permanenci­a y reflexión. Aquí están, en el cuadro que acompaña es-

Debemos interrogar­nos, consciente­mente, sobre los candidatos y sus partidos

te artículo.

El primer conjunto lo componen aquellas que podemos responder con mayor grado de objetivida­d. Se refieren a antecedent­es, decisiones, planteamie­ntos, hechos y capacidade­s (o ausencia de ellos) que es posible documentar con cierto distanciam­iento, aunque no podamos separarnos totalmente de elementos subjetivos. De aquí su título: “Propuestas, trayectori­as y capacidad”. ■

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica