Cuando el menosprecio se paga caro
El menosprecio y el irrespeto se suelen pagar muy caro en el fútbol. Que a pocos días de un partido aparezca un jugador bajándole el piso a su adversario, lo único que hace es darle un arma extra para afrontar ese duelo.
Recuerdo la insistencia de José Mourinho por cuestionar a Pep Guardiola cuando el primero dirigía al Real Madrid, y el segundo, al Barcelona. Unos días después, los catalanes golearon 5 por 0 a los blancos.
Guardiola se dio el lujo de hacer debutar a un canterano, Sergi Roberto, en un clásico español, quizás como una pequeña venganza, después de tantas críticas recibidas.
Cuando el jugador griego Keysher Fuller perforó las redes de Adonis Pineda en el tiempo de reposición y confirmóla victoria griega en elMorera Soto (2-3), solo pude pensar en las frases que repitieron días atrás los erizos José Luis Cordero y Freddy Álvarez.
“No sé que decir del sistema de juego de Wálter Centeno, es un sistema extraño y no sé a qué juega”, apuntó Cordero.
La frase, por sí sola innecesaria, tenía muy poco sentido, pues Grecia visitaría la casa manuda con tres victorias consecutivas ante Liberia, Carmelita y la Universidad.
Esta propuesta, tan menospreciada por Cordero, ya sumaba nueve puntos al hilo cuando decidió bajarle el piso.
Freddy Álvarez, quien ni siquiera ha debutado en el certamen, apareció con otro “domingo siete” previo al cotejo.
“Ellos con el balón son un poco desordenados, pero es por lo que pide el entrenador”.
Imagino a Paté conversando con sus futbolistas sobre el tema. Leyendo las frases en el camerino y aprovechándose de ese “regalito” que le dieron los futbolistas rojinegros.
Después de la victoria, el entrenador de Grecia no se quedó callado (era imposible que lo hiciera) y aprovechó para lanzar un par de dardos, quizás innecesarios pero con razón.
“Ya saben a qué jugamos”, apuntó el estratega griego.
No es de extrañar que Allan Alemán celebrara con tanta euforia su primera anotación. Jonathan McDonald llegó a pedirle respeto y a reclamar por el “bailecito” del atacante.
Pero cómo iba a pedir respeto, si sus compañeros ya lo habían menospreciado durante toda la semana previa.
El que sí dio una muestra de elegancia fue el delantero catracho Róger Rojas, quien no solo felicitó a Grecia por la victoria, sino que afirmó que “es uno de los rivales más difíciles que ha enfrentado”, reconociendo los méritos griegos.
La humildad con que se expresó el delantero catracho vale la pena reconocerla.