El Poás requiere mejoras en seguridad para reabrir
Fecha para habilitar parque es incierta; comercio de la zona sufre
El Parque Nacional Volcán Poás no reabrirá pronto.
Las cicatrices ocasionadas por las erupciones del último año en este parador turístico, evidencian la necesidad de realizar una serie de obras para garantizar la seguridad de los visitantes, antes de que se reabran las puertas.
La colocación de medidores de gases y de rótulos con medidas de precaución y rutas de evacuación, así como la construcción de refugios cerca del mirador del cráter para que los turistas puedan protegerse en caso de nuevas erupciones, son parte de las mejoras que tendrán que hacerse.
Así lo confirmaron, este martes, funcionarios del SistemaNacional de Áreas de Conservación (Sinac) durante un recorrido, en el cual mostraron a la prensa los daños provocados por el lanzamiento de rocas en las instalaciones, así como en los alrededores del coloso alajuelense.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) había avalado la reapertura del parque, bajo la condición de que se tomaran medidas para reducir el riesgo. El anuncio alimentó la esperanza de los comerciantes de la zona de que la actividad pudiera reanudarse pronto; sin embargo, la fecha de reinicio ahora es incierta.
De acuerdo con Catalina Quesada, guardaparques del Área de Conservación Volcán Poás, además de las mejoras en infraestructura, las condiciones en que se permitirá el ingreso de turistas seránmuy distintas a las que existían antes de la primera erupción que obligó al cierre, el 12 de abril del 2017.
Por ejemplo, explicó que solo se permitirá la entrada de grupos de entre 50 y 100 personas, con una permanencia máxima de 45 minutos.
En una primera fase, solo se habilitará el acceso al mirador del cráter principal. Todos los demás senderos, así como el acceso a la laguna Botos, estarán cerrados.
Ambas medidas, dijo Quesada, pretenden facilitar la evacuación en caso de que ocurra una emergencia.
Asimismo, el nuevo horario de visitas será de 7 a. m. a 2p. m. (antes era de 8 a. m. a 3 p. m.), y solo se podrá ingresar si el día está despejado, debido a que la vigilancia del volcán se realiza por medio de cámarasy, en condiciones de nubosidad, no se podría observar lo que está ocurriendo en el cráter.
Otra de las novedades es que se trabajará con un sistema de reservación.
Las autoridades aún se encuentran afinando los detalles para determinar si estas se harán vía web o por teléfono.
“La gente tiene que saber que el parqueva a abrir en condiciones distintas; vamos a establecer límites por la seguridad de los turistas”, aseguró la guardaparques.
Quesada confirmó que no se tiene fecha para reabrir el par- que, pues se debe conseguir el presupuesto para la construcción de refugios y la compra de los sensores. Incluso se desconoce cuánto costarían estos aparatos.
“Las condiciones no han llegado a normalizarse del todo; tenemos que ir controlando el manejo de visitantes con el personal que tenemos”, aseveró.
Por su parte, Carlos Cordero, otro de los guardaparques, expresó que no descartan que también deban ampliar el número de vigilantes, para resguardar las zonas donde se restringirá el acceso.
De acuerdo con ambos funcionarios del Sinac, a diario decenas de personas llegan con la intención de ingresar a la zona del volcán. Algunos de ellos, principalmente extranjeros, desconocen que el parque está cerrado.