Semisumergible narco podía llevar 2 toneladas de coca
Tripulantes lo abandonaron tras descargar la droga
Un semisurmegible de 18 metros de largo, usado por narcotraficantes para transportar cocaína, apareció abandonado en el Pacífico, apenas a cuatro kilómetros de la costa, en punta Burica, en la zona sur.
Todos los indicios apuntan a que la nave provenía de Ecuador o de Colombia y fue abandonada luego de descargar la droga –que podría llegar a dos toneladas–, en una lancha.
Esto se presume por el tamaño del rústico aparato pintado de gris, y hecho de fibra de vidrio y madera, condiciones que lo hacen poco visible para aviones policiales que hacen rastreos en el océano.
La nave, de 1,65 metros de ancho y 1,30 de alto era impulsada por tres motores Yamaha, de 75 caballos cada uno. Sus números de serie fueron borrados intencionalmente. Se alimentaban de gasolina proveniente de cinco tanques.
El semisumergible estaba inundado, pero adentro había un radio de la marca Icom, un GPS, un compás y restos de comida, como atunes enlatados de marca ecuatoriana, galletas y agua embotellada colombianas, así como bebidas energéticas. No había más indicios, pero se presume que al menos hubo 3 o 4 tripulantes. El rescate. El Ministerio de Seguridad informó de que el hallazgo lo hizo el domingo, a las 4:23 p. m., un barco privado que dio aviso a las autoridades.
El aparato narco estaba a 2,2 millas náuticas (4 kilómetros) al suroeste de la costa de punta Burica de Golfito y a 20,4 millas náuticas (36,7 kilómetros) al sureste de la entrada al golfo Dulce.
La patrullera GC38-19 del Servicio Nacional de Guardacostas (SNG) se dirigió hacia el lugar y, el domingo, a las 5 p. m., localizó la nave.
Como estaba inundada, remolcarla fue complicado por el gran peso, pero, aun así, lograron llevarla hasta el muelle de Golfito, adonde llegó a las 11 p. m. La mañana de este lunes, la Policía de Control de Drogas (PCD) y fiscales del Ministerio Público inspeccionaron la bodega, pero no había droga.
Martín Arias, director del SNG, dijo que estos semisumergibles son conocidos como embarcaciones de bajo perfil (LPV por sus siglas en inglés).
Se les llama así, porque, una vez cargados con la cocaína, navegan entre 10 a 20 centímetros sobre el nivel del agua.
Según Arias, se presume que esta última nave fue fabricada en algún lugar entre la frontera de Colombia y Ecuador.
Un alto jefe antidrogas dijo que no solo es probable que la droga fuera traspasada a otra nave, sino que esa lancha la dejara en tierra firme.
Estas embarcaciones llevan suficiente combustible como para hacer un viaje desde las costas de Colombia hasta el Pacífico sur de Costa Rica.
Esta es la cuarta embarcación de este tipo que es detectada en Costa Rica desde 2005.
El anterior semisumergible apareció en julio del año pasado en Boca Zacate de Sierpe de Osa, en aguas del Pacífico sur y tenía capacidad para transportar 2,5 toneladas de cocaína.
Sus características eran idénticas al de ayer y llevaba tanques para almacenar 2.700 litros de gasolina, suficientes para un viaje de unos seis días. Difíciles de detectar. Las características de estas naves las convierte en muy difíciles de detectar en el agua, pues por el color se confunden con las olas y al no tener nada que sobresalga, no la divisan los aviones de reconocimiento, ni tampoco son identificados por los radares.
Algunas, en otras naciones, han sido descubiertos por radares infrarrojos.
“El artefacto es más difícil de detectar y le da buenos resultados a esta gente (el narcotráfico). Lo que pasa es que es muy peligroso, lo único que flota son 20 centímetros. Cuando hay mal tiempo y olas de hasta tres metros se pueden hundir fácilmente”, explicó Arias cuando apareció la nave del año pasado.
Esa también estaba vacía, por lo cual sus tripulantes también lograron su cometido de transportar la cocaína.
La Armada de Colombia reportó el año pasado que detectó la construcción de al menos 75 sumergibles en el 2016.
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