Un largo proceso
La intención de reordenar el transporte público en la Gran Área Metropolitana lleva casi 18 años entre estudios y planes infructuosos.
En el 2016, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) anunció que iniciaría desde cero y contrataría estudios técnicos para definir recorridos, tarifas, sistemas de cobro y carriles exclusivos en los cantones de Goicoechea, Moravia, Montes de Oca, Curridabat, Sabanilla y Desamparados. Esa medida desechaba un estudio elaborado en el 2014, el cual costó $800.000. También se archivaron cuatro informes más, hechos en 1999, 2006, 2007 y el de la firma española Ineco, que realizó el Plan Nacional de Transportes 2011-2035.
Uno de los principales escollos de esos esfuerzos radicó en la objeción de los empresarios, que nunca estuvieron de acuerdo con los resultados.
Con el decreto publicado en febrero del año pasado se fijaban las etapas y cada una de las fases que incluiría el nuevo plan. Este buscaba integrar acciones entre el MOPT, el Consejo de Transporte Público y la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos.
En agosto, cuando comenzó el plan piloto, el MOPT adelantó que el proceso incluiría capacitación a choferes, operativos y monitoreo a la ruta.
El plan piloto abarcaba siete sectores en la primera etapa: Tibás-Santo Domingo, San Francisco, Moravia-Paracito, San Pedro-Curridabat, Santa Ana-Escazú, Desamparados y Pavas. En una segunda etapa entraban Guadalupe-Coronado, La Uruca-Heredia, Paso AnchoSan Sebastián y el sector central.