Ir al súper en China llena de angustia a Shirley Cruz
▶Está adaptada al balompié, pero sufre al comprar, por ejemplo, mantequilla
El fútbol no le cuesta; de hecho, esta semana anotó un gol en la victoria 5 a 0 de su nuevo equipo, el Jiangsu Suning chino, ante el Hebei Elite por la Copa de la Asociación Femenina de Fútbol 2018; sin embargo, adaptarse a la cultura asiática ha sido todo un reto para Shirley Cruz.
En el lenguaje del balompié, un regate es lo mismo en Costa Rica, Francia o China; no obstante, situaciones tan comunes como buscar mantequilla en el supermercado, o algo tan elemental como respirar, son diferentes al otro lado del mundo.
Cruz se agarra la cabeza, sonríe incrédula, busca en su celular cómo se escribe mantequilla en inglés, luego en chino, también va a la zona donde están los envases e intenta con una imagen en su teléfono solicitar el producto, pero el dependiente no entiende.
Así fue una visita de la tica a un supermercado durante estos primeros tres meses en tierras asiáticas.
La referente del fútbol fe- menino tico ha pasado congojas y momentosdivertidos parapoder conseguir, por ejemplo, una caja de leche.
La nacional pasó de un lenguaje verbal a uno de señas, porque ni ella entiende lo que le dicen, ni a ella le comprenden.
“Cuando he salido a la ciudad lo que hago es que hablo por medio del teléfono... ¿Cómo? Pues, primero lo busco en inglés y luego a puro traductor lo paso a chino. Un día me desesperé tanto... Es que resulta que no lograba encontrar una caja de leche. Yo usé señas, busqué la palabra en inglés, la pasé a chino, pero no pude... Y hubo mucha frustración, pero bueno, ya después me reía”, recordó.
Manos y celular. Resignada a lo que logre comunicar con su teléfono y sus manos, el otro gran reto de la seleccionada costarricense es acostumbrarse al aire contaminado de China.
Shirley vive en Nankín, ciudad que cuenta con una calificación de su aire de 137, es decir, es sensible para poblaciones con problemas respiratorios.
La tercera gran prueba para Shirley es alimentarse.
A la tica le encanta comer, pero en China se encontró con un sinfín de opciones: cualquier animal, de todas las formas y con un ingrediente en común: chile por todo lado.
Cuando llega a un restaurante, ella come lo que sea, sin preguntar qué animal es, pues de lo contrario, le sería muy difícil.
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