Intel se afianza aquí con la venta de conocimiento
→Labor se cimenta en ingenieros de 11 universidades costarricenses Megalaboratorio pasó de hacer pruebas a proponer nuevos productos →
Intel Costa Rica intenta afianzarse dentro de la cadena de valor de esa corporación global mediante la exportación de conocimiento.
Eso sucede cuatro años después de anunciar el traslado a Asia de su proceso de manufactura y cuando la reciente noticia de algunos despidos en la empresa trae, de nuevo, incertidumbre sobre su estabilidad en el país.
La operación en Costa Rica pasó de la manufactura a la validación de los componentes y plataformas (rendimiento de los componentes en conjunto), requisito previo para autorizar su producción masiva y, más allá de esto, a la propuesta de nuevas generaciones de productos basados en los actuales, con la incorporación de las sugerencias de los clientes.
Así lo recordó Timothy Scott Hall, gerente de Asuntos Gubernamentales y Relaciones Públicas de Intel Costa Rica.
“Es una operación que tiene una condición muy sana; es una operación diversa con una preponderancia en equipos de ingeniería. Esa es la condición de hoy en día de Intel Costa Rica, es una operación muy, muy sana, muy diversa con diferentes unidades de negocios que reportan a diferentes tomadores de decisiones”, declaró el vocero.
Para realizar la tarea asignada dentro de la cadena de valor global, la operación en nuestro país acude a ingenieros en varias especialidades: electromecánica, computación, mecatrónica, industriales y otros.
Se nutre. El contacto con 11 universidades permite a la empresa contar con este personal altamente especializado.
Intel mantiene en Costa Rica un megalaboratorio que trabaja en diferentes áreas y un Centro de Servicios Globales, luego de que, en abril del 2014, anunció la salida de la parte de manufactura a Vietnam y Malasia.
La empresa llegó a tener unos 2.700 trabajadores en Costa Rica y la previsión en aquel momento era quedarse con 1.200 personas.
Hoy son 2.100 los empleados en nuestro país, resaltó Scott.
Para Scott, el paso de la manufactura al megalaboratorio es muy importante no solo dentro de la cadena de valor global de la Corporación, sino para Costa Rica en general.
Recordó que un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) concluyó que hubo un aumento de 2,5 veces el valor agregado de la operación en nuestro país con ese ajuste.
¿Qué se incluye en el ajuste? Antes de ordenar la producción masiva de un componente para computador, ya sea personal, empresarial o en el equipo para un automóvil autónomo, Intel realiza pruebas de evaluación y desempeño del producto.
Solo ocho laboratorios a escala global realizan esa delicada tarea y el de Costa Rica es el más grande del mundo.
Se realiza en equipos que antes del 2014 –cuando la compañía se llevó de aquí a Asia la parte de manufactura– no estaban en Costa Rica.
Así que una notable cantidad de productos no se producen masivamente sin antes pasar por el radar de especialistas costarricenses y de otros países, ingenieros en varias especialidades, que están conectados globalmente.