En lucha contra las políticas migratorias de Donald Trump
La pasión irradia en ellos al conversar sobre los derechos de quienes migran a Estados Unidos; por eso, no lo piensan dos veces para salir en defensa de esa población, ante la política migratoria que procura implementar Donald Trump.
Aunque no se conocen, dos ticos trabajan activamente por los inmigrantes en ese país.
El abogado Iván Espinoza Madrigal, de 38 años, y la histo- riadora Nicole Peterson Duarte, de 26, están convencidos de que no pueden abandonar a miles de latinos, incluyendo compatriotas, que viven atemorizados ante la posible deportación.
Iván (foto inferior derecha) llegó a Estados Unidos cuando tenía nueve años, en 1989. Su familia es de Heredia. En la nación norteamericana se graduó de Ciencias Políticas en la Universidad de Pensilvania, y luego obtuvo el título en Derecho en la Universidad de Nueva York.
Nicole es de San Vicente de Moravia. Su padre es un estadounidense con más de 40 años de residir en Costa Rica, quien hace dos décadas se nacionalizó tico. Por esa razón, ella tiene doble nacionalidad. Esta joven, casada con el mexicano Luis Carlos Lozano, madre de Milan Alexánder (foto inferior izquierda), de un año, y quien espera otro bebé que nacerá en setiembre, se mudó hace tres años a Carolina del Norte, Estados Unidos, una vez que concluyó la universidad.
Ella visita nuestro país al menos una vez al año. La última ocasión fue en noviembre.
Iniciativas. “Desde que Trump entró al poder, he estado activo para asegurar nuestros derechos como comunidad inmigrante, que los derechos sean respetados y que tengamos acceso a justicia”, dice Iván.
De hecho, una de sus demandas procura proteger a las familias que viven en las llamadas ciudades santuario. Dice que el mandatario intenta cortar los recursos económicos a esas comunidades como represalia por proteger a los migrantes, ya que no colaboran con las autoridades federales para la aplicación de la ley de inmigración.
Por su parte, Nicole no escati-
ma esfuerzos para tomar pancartas y protestar pacíficamente en las calles y buscar espacios para transmitir su mensaje en pro de los derechos humanos, como medios de comunicación o universidades, pues asegura que su lucha más grande es contra la ignorancia.
“Los primeros que han perdido la memoria histórica de nuestros pueblos latinoamericanos son los padres que migran, que a veces ni les enseñan castellano a sus hijos y menos sobre la historia de los países originarios. Uno se encuentra aquí a personas con identidades en conflicto y eso lastimosamente pone a niños y jóvenes en una situación complicada, pues carecen de contexto, no saben bien de dónde vienen y a veces ni para dónde van”, resaltó Nicole.
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