240 ticos probarán vacuna experimental contra zika
→ Participantes deben tener de 18 a 35 años, no haber sufrido del virus y estar sanos
La búsqueda de los 240 ticos dispuestos a probar en sus organismos una vacuna experimental contra el virus del Zika, comenzaría en abril.
Este mal ha afectado a cerca de 50 de países en el mundo, incluido Costa Rica.
El Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIADS, por sus siglas en inglés), entidad responsable del desarrollo del medicamento, busca pobladores del área metropolitana y de Santa Cruz de Guanacaste, quienes no hayan sido afectados por el virus.
El reclutamiento comenzaría precisamente en San José, confirmó Gisella Herrera, directora del Centro Costarricense de Investigación Médica (CCIM), que realizará el estudio correspondiente a esta zona.
Según la especialista, la captación de las personas voluntarias se hará por medio de publicaciones en medios de comunicación y anuncios en los alrededores del Hospital Cima, en Escazú, donde también se encuentra el CCIM.
En el caso de Guanacaste, la investigación está a cargo de la Agencia Costarricense de Investigaciones Biomédicas (ACIB).
Carolina Porras, quien dirigirá el ensayo en esa provincia, aseguró que ellos estiman iniciar el reclutamiento en mayo. Ahí, la captación se realizará casa por casa en todo el cantón de Santa Cruz.
En ambos sitios, los participantes deben ser personas sanas de entre 18 y 35 años, y que se comprometan a mantenerse en el estudio durante dos años.
Ambas especialistas aseguraron que en este momento solo afinan los últimos detalles en el laboratorio para cumplir con todos los requisitos que establece el NIADS.
Doble ciego. Los voluntarios recibirán tres aplicaciones de la vacuna durante los primeros tres meses del estudio.
La mitad de participantes serán inoculados y la otra mitad recibirá un placebo, pues se busca no solo comprobar seguridad, sino también eficacia.
Sin embargo, ni el participante ni el personal sabrá a quiénes se les dará el placebo y a quiénes la inmunización. Por esa razón, se le llama ensayo “doble ciego”.
Después de cada aplicación, se debe llenar un diario en el que se registrará la temperatura y cualquier molestia.
Durante las 96 semanas que dura el estudio, las personas deberán realizarse pruebas de orina, y cada 15 días, un examen de sangre.
Además, las mujeres participantes deben evitar quedar embarazadas al menos 12 semanas después de la última aplicación del producto. Asimismo, tienen que reportar cualquier cambio de salud en todo momento.
Para el director de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud, Daniel Salas, se trata de una investigación segura, pues cumple con todos los protocolos y porque, además, es realizada de manera simultánea en otros países.
Sin remuneración. Los voluntarios no recibirán pago por participar, únicamente se les reconocerán los gastos para asistir a los controles y atención médica expedita en caso de que enfermen durante el plazo del ensayo, explicó Gisella Herrera.
“Se supone que las personas van a estar expuestas naturalmente al zika. Vamos a verlas en las mediciones que hacemos cada 15 días, en las que se hacen pruebas de zika, y cuando termine el estudio a nivel central, se analiza a cuáles les dio el virus; además, como se realizan cada 15 días, vamos reportar todos los efectos adversos”, explicó la investigadora.
Para la especialista, el hecho de que se incluyera a Costa Rica en la lista significa que se cree en la capacidad que hay aquí para hacer investigación.
Además de ver la respuesta inmunitaria de las personas, el instituto estadounidense busca ahondar en la historia de la enfermedad y analizar su comportamiento, entre otros hechos relevantes, como que en un gran porcentaje de afectados, se presente de forma asintomática.
La estimación, según Herrera, es que la vacuna esté lista en unos tres años.
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