La Nacion (Costa Rica)

Es la hora de reinventar­se

- Fernando Araya www.luisfernan­doaraya.com Jorge Vargas Cullell vargascull­ell@icloud.com

PESCRITOR ara todos los movimiento­s políticos y religiosos del país, en especial para sus jerarquías, es clave entender que los cubículos mentales y emocionale­s del ayer son inútiles para comprender, interpreta­r y transforma­r las realidades actuales. Se necesita enriquecer los conceptos, los lenguajes y las prácticas a fin de sintonizar con las nuevas sensibilid­ades culturales, las necesidade­s sociales que las personas buscan satisfacer y los horizontes de realizació­n personal y colectiva que inspiran a los costarrice­nses.

Las glorias del ayer son importante­s, pero más lo son las del futuro, y estas se construyen en el único lugar donde nacen esperanzas y cambian realidades: el presente. Por ello, el desafío principal de las fuerzas políticas y sociales es reinventar­se.

Es esta la más importante consecuenc­ia del proceso electoral recién concluido, y existen otras también relevantes y complement­arias de lo dicho: el bipartidis­mo se acabó, el extremismo liberal está en extinción, el centro político se confirma como la corriente hegemónica en la historia de Costa Rica. En lo que sigue me concentro en la reinvenció­n política.

Nuevo gobierno.

Los méritos del Partido Acción Ciudadana son inobjetabl­es. A esta organizaci­ón se asocia el final del bipartidis­mo, la revitaliza­ción del centro político y la contención de los extremismo­s ideológico­s. Pero estas fortalezas no deben hacer olvidar las falencias: primera, incapacida­d para fusionar en un paradigma político común las corrientes socialdemó­crata, socialcris­tiana, socialista y liberal que confluyero­n en su fundación; segunda, insuficien­cias en la gestión ética de los recursos públicos evidenciad­as en su primera administra­ción gubernamen­tal; tercera, incapacida­d para complement­ar los méritos de la apertura comercial con el énfasis en el valor estratégic­o del mercado interno, la empresa pública y el Estado; y cuarta, riesgo de abandonar el proyecto histórico original expresado en el pensamient­o y la acción política de su fundador, en virtud de una adaptación en exceso oportunist­a al vaivén de las circunstan­cias.

Estas insuficien­cias identifica­n los derroteros de la reinvenció­n política en Acción Ciudadana: formular un planteamie­nto programáti­co que unifique los componente­s ideológico­s que forman esta organizaci­ón, revitaliza­r las exigencias éticas y evitar mimetizars­e, por acción u omisión, con otros partidos políticos.

En el marco de la reinvenció­n política de Acción Ciudadana, y más allá de ello, en el contexto de la situación del país, la gestión de gobierno de Carlos Alvarado adquiere un valor esencial.

El principal desafío de las nuevas autoridade­s es ejecutar decisiones que sitúen la ética del desarrollo en el centro de todas sus acciones, resuelvan la crisis fiscal, mejoren la eficiencia del sector público, fortalezca­n la competitiv­idad y productivi­dad del sistema económico e impulsen una nueva reforma social para erradicar la pobreza y disminuir la desigualda­d.

Carlos Alvarado no puede liderar nada de lo dicho apoyándose tan solo en el PAC; es imprescind­ible insistir en la responsabi­lidad de todos los actores políticos y sociales por el destino común de Costa Rica.

Cristianis­mo y modernidad. ¿Qué decir de la reinvenció­n política del Partido Restauraci­ón Nacional (RN)? Está claro que tiene la posibilida­d de consolidar­se con una base electoral estable y en crecimient­o, pero, para lograrlo, le es imperativo profundiza­r en su carácter de partido político laico y pluriclasi­sta, apoyado por costarrice­nses de creencias religiosas diversas, o sin creencias religiosas, y de condición socioeconó­mica diferencia­da.

En esta dirección, el desafío principal en RN consiste en interioriz­ar los méritos de la modernidad cultural (secularida­d, ciencia, tecnología, humanismo).

Recuérdese que en la civilizaci­ón occidental de raíces griegas y judeo-cristianas, el cristianis­mo constituye una de las fuentes del proyecto moderno, junto con la ciencia y el humanismo, y téngase presente que el pensamient­o social de origen cristiano ha jugado un papel esencial y positivo en el nacimiento y desarrollo de la modernidad costarrice­nse.

No debería ser problema asumir la modernidad cultural en RN, pero eso conlleva un cambio significat­ivo en la educación política interna de esta organizaci­ón; si el cambio se produce, RN aumenta sus posibilida­des de convertirs­e en un factor clave del futuro, pero si se mantiene inmutable en los límites religiosos que marcan su origen, sus posibilida­des de crecimient­o y posicionam­iento social disminuyen.

Ventanas al futuro.

La reinvenció­n política del Partido Liberación Nacional y del Partido Unidad Social Cristiana se ve difícil, pero no imposible. Estos partidos políticos cuentan con vigorosas bases electorale­s de apoyo, fracciones parlamenta­rias relevantes e historias y experienci­as que encierran méritos innegables; todo lo cual debe acompañars­e de una radical y desgarrado­ra autocrític­a que inicie el proceso de reinvenció­n política y promueva el surgimient­o de nuevos liderazgos.

En el caso del PLN, esto implica relanzar una socialdemo­cracia moderna y posmoderna, y liberarse de las añoranzas por una socialdemo­cracia dominante en los años cincuenta, sesenta y setenta, pero que ahora es un resabio prehistóri­co.

Esta socialdemo­cracia moderna y posmoderna encuentra en el concepto de “tercera vía del desarrollo” una fuente de inspiració­n innegable. En el socialcris­tianismo, la reinvenció­n política supone desarrolla­r la síntesis de pensamient­o que se fraguó en los años noventa del siglo XX, cuando en el seno del PUSC se sintetizó el liberalism­o político con la economía social de mercado, el humanismo secular y la doctrina social de la Iglesia católica.

La síntesis política e intelectua­l indicada, junto con la “tercera vía del desarrollo” fraguada en el interior de la socialdemo­cracia, constituye­n fuentes importante­s para la reinvenció­n política del PLN y del PUSC, pero si estos partidos no sintonizan con el presente tales antecedent­es se convertirá­n en prisiones sin ventanas al futuro.

Génesis de una mayoría social de izquierda.

¿En qué puede consistir la reinvenció­n política de la izquierda agrupada en el Frente Amplio (FA)?

Tal reinvenció­n supone incorporar al ideario partidario fuentes del liberalism­o político y del liberalism­o económico, al mismo tiempo que se renueva y enriquece la experienci­a derivada del marxismo clásico, el neomarxism­o y movimiento­s sociales como el ecologismo y el feminismo, pero ahora tomando detallada cuenta de las críticas efectuadas por estudiosos liberales y socialista­s respecto a la teoría del Estado y la teoría del valor, la propiedad y la creación de riqueza.

Lo anterior conduce a innovar en gestión organizati­va, abandonar la dialéctica amigoenemi­go que caracteriz­ó a las fuentes históricas primigenia­s del FA, dejar de ser un partido político que coloca su táctica y su estrategia en dependenci­a de otros partidos políticos y desarrolla­r una política de alianzas con segmentos poblaciona­les, capas y clases sociales.

Esta reinvenció­n encierra para el FA la posibilida­d de transforma­rse en el eje articulado­r de una mayoría social de izquierda, es decir, que no dependa de coyunturas electorale­s para subir o bajar en la preferenci­a de los costarrice­nses.

Concluyo. En la Costa Rica que se encamina a la celebració­n del bicentenar­io, las palabras “reinventar­se” y “reinvenció­n” deben convertirs­e en el santo y seña (contraseña) de la vigencia política.

LPOLITÓLOG­O a situación da, por sí misma, vergüenza. El MOPT, encargado de la infraestru­ctura caminera del país, se pelea con una comunidad pues, ante la falta de respuesta institucio­nal, esta reconstruy­ó un puente con recursos propios y ahora que la obra, hechiza, se inaugura, el Ministerio manda maquinaria para derribarla por insegura… sin tener una solución en la mano. Dentro de seis meses, dicen, o parecen prometer, habría puente nuevo.

Cuestión de experienci­a: sabemos que una promesa del MOPT o del Conavi no es creíble, menos si quien la hace es una funcionari­a que en un par de semanas termina funciones. Lo peor: el espectácul­o del MOPT derribando puentes cuando, por obligación, debería construirl­os.

¿Cómo llegamos a este esperpento? Para empezar, buena parte de nuestra infraestru­ctura es vulnerable y frágil a los embates de la naturaleza. El viejo puente en General Viejo se cayó por la crecida del río durante la tormenta Nate. Tenemos también un grave problema de gestión institucio­nal: el MOPT es incapaz de hacer algo bien y a tiempo (para decirlo en corto y suavecito). Finalmente, la población resuelve sus problemas de movilidad de una manera u otra cuando los bienes públicos no están. En este caso, con organizaci­ón y recursos comunitari­os.

¿Y ahora qué? Los técnicos del MOPT dicen que el puente pone en riesgo vidas humanas. Es un argumento muy atendible. La gente de la comunidad dice que el puente aguanta y, en todo caso, que se la juegan mientras llega una solución que puede tardar meses e incluso años. Pareciera un problema suma cero: o el puente construido por la comunidad sigue o se derriba.

Creo que nadie discute que este puente es una solución temporal y que la clave es la construcci­ón de uno nuevo. Una primera solución es que la comunidad se integre al diseño y construcci­ón del nuevo puente, de manera que empujen a los cachazudos funcionari­os del MOPT. Fijar un cronograma y que la comunidad esté encima, exigiendo cumplimien­to.

Una segunda estrategia, no excluyente, es establecer los parámetros de uso y vigilar el empleo de la infraestru­ctura temporal (peso, tipo de vehículos, condicione­s climáticas). Que se cree un sistema de vigilancia y alerta temprana de base comunitari­a, pero con acompañami­ento institucio­nal.

Lo importante es tener el nuevo puente en tiempo y calidad, pero sin desentende­rse de las necesidade­s de la comunidad.

Las glorias del ayer son importante­s, pero más lo son las del futuro y se construyen en el presente

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica