Gobierno de Alvarado obligado a negociar como nunca desde 1953
→ Con 10 diputados, la bancada será la tercera fuerza en el Parlamento
Con solo 10 diputados en el Congreso, el presidente electo del Partido Acción Ciudadana (PAC), Carlos Alvarado, enfrentará el reto de gobernar con la fracción legislativa oficialista más pequeña en la historia de Costa Rica.
Esta será la cuarta oportunidad, desde 1953, en la que se cumplirán dos condiciones: que el partido de gobierno llega sin mayoría absoluta al Congreso (entre 20 y 29 votos) y que los oficialistas no serán la agrupación más grande.
Nunca un gobierno de turno había enfrentado el reto de conquistar tantos votos de la oposición para aprobar sus proyectos de ley. La negociación en el periodo 2018-2022 será determinante para la nueva administración.
En esta ocasión, el PAC deberá concertar con seis partidos en el Congreso: Liberación Nacional (17 diputados), Restauración Nacional (14), Unidad Social Cristiana (9), Republicano Social Cristiano (2), Frente Amplio (1) y el Partido Integración Nacional, que aunque eligió 4 legisladores, perdió a uno, quien se declaró independiente.
Uno de los primeros retos, será la elección del directorio legislativo. Con una fracción reducida, el PAC debe aliarse con otras bancadas para alcanzar la presidencia del Congreso y obtener espacios en comisiones legislativas. De no lograrlo, estos cargos quedarán en manos de la oposición, lo cual podría dificultar el avance de proyectos de interés para el Ejecutivo.
Por ejemplo, el actual gobierno solamente obtuvo la presidencia de la Asamblea Legislativa durante el primer periodo (2014-2015). Esta misma situación –directorio legislativo en manos de la oposición – ha ocurrido en 11 de 68 legislaturas, desde 1953.
Esta pérdida de poder del oficialismo en el Congreso se manifiesta en la proporción de leyes aprobadas por gestión del Ejecutivo, según el último Informe del Estado de la Nación del 2017.
Mientras durante el bipartidismo, entre el 40% y 60% de las leyes aprobadas eran de iniciativa del Gobierno, luego del 2002, esta proporción bajó, ubicándose entre el 20% y el 40%.
Steffan Gómez, investigador del Estado de la Nación, agrega que el principal desafío del nuevo gobierno es encontrar proyectos o propuestas en donde pueda sumar gente.
“Los Ejecutivos son menos efectivos; han venido perdiendo margen de acción, y no han hecho uso eficiente de la sesiones extraordinarias. En ese escenario, el principal desafío de un gobierno con minoría es presentar una agenda de proyectos que convoque a la oposición porque esta tiene el incentivo de ser fuerte”, aseguró.
Así, el gobierno de Carlos Alvarado tiene un escenario complicado para lograr la aprobación de proyectos como la reforma fiscal o reforma al empleo público, dos de sus prioridades.
En busca de acuerdos. La búsqueda de acuerdos trasciende las paredes del Congreso, ya que las negociaciones también dependerán de las políticas que adopte el Poder Ejecutivo.
“Para lograr el apoyo en el Congreso, el Gobierno debe crear condiciones para ganarse esos votos. En ello influirá la agenda del gabinete. Las decisiones que tome el Ejecutivo sobre sus proyectos pueden estropear su agenda en el Congreso. Y ese es el carácter estratégico”, aseguró Gómez.
Para atender estos dos frentes, el presidente electo hizo un llamado a confo rmar un gobierno de unidad nacional, donde le ofreció a los partidos de la oposición casi la mitad de los puestos del gabinete. A cambio, los partidos deben suscribir una agenda de proyectos legislativos que estén dispuestos a apoyar.
Al llamado del PAC, ya acudió el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), de la mano del excandidato presidencial Rodolfo Piza, quien apoyó a los rojiamarillos durante la campaña electoral.
A su vez, el Frente Amplio y el Partido Integración Nacional (PIN) dijeron estar dispuestos a negociar. Por su parte, el Partido Liberación Nacional, la agrupación con más diputados (17) dijo no querer ocupar cargos en el gabinete, pero sí conversar sobre la agenda legislativa. El Partido Republicano Social Cristiano también descartó formar parte del Ejecutivo.
La misma postura la tiene el Partido Restauración Nacional. La agrupación indicó que no aceptaría ningún puesto en el gabinete.COLABORARONMERCEDES