Ecuador y Colombia tras asesinos de periodistas
→ Gobierno de Quito busca recuperar los cadáveres lo más pronto posible
QUITO. AFP.- Aún sumido en el duelo, Ecuador buscaba recuperar cuanto antes los cuerpos de los miembros del equipo de prensa asesinados en cautiverio mientras va tras los asesinos en una cacería que lanzó con Colombia en la frontera.
Ayer la atención se centraba, por un lado, en el discreto trabajo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para obtener los restos de los dos reporteros y el chofer asesinados cuando estaban en poder de guerrilleros disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Y por el otro, en el poderío militar de los dos gobiernos para llegar hasta los culpables del asesinato, que, según coinciden, sería obra de un grupo armado no tan numeroso que se financia con el narcotráfico y que se apartó del proceso de paz de las FARC.
Todavía era incierto el lugar donde están los cadáveres, si están en manos de los captores o si fueron dejados en algún punto de la zona limítrofe donde los hombres al mando de Walter Artízala, alias Guacho, secuestraron a los periodistas el 26 de marzo.
El jefe del CICR en Colombia, Christoph Harnisch, pidió comprensión sobre la “naturaleza confidencial de gran parte de la información”.
Sin embargo, tras 20 días de sufrimiento, los países confían en traer cuanto antes un poco de alivio a los familiares, que aún no hacen público ningún pronunciamiento después de que el presidente Lenín Moreno confirmó el viernes el asesinato.
El periodista Javier Ortega (32 años), el fotógrafo Paúl Rivas (45) y el conductor Efraín Segarra (60) fueron al parecer ultimados a balazos mientras estaban encadenados, según unas fotografías que hicieron llegar los captores a un medio de prensa colombiano.
Suceso inédito. Nunca antes Ecuador había enfrentado un crimen de estas características, lo que rompió en pedazos su idea de ser una nación en paz en medio de la violencia y el narcotráfico que han golpeado por décadas a Colombia.
El caso ha desatado una condena internacional y cuestionamientos a los dos gobiernos, que ofrecieron información a cuentagotas o contradictoria, por ejemplo, sobre el paradero de los rehenes.
En su editorial de este sábado, El Comercio pidió a los gobiernos de Ecuador y Colombia “todas las explicaciones” de lo ocurrido desde que los tres ecuatorianos fueron secuestrados cuando realizaban un reportaje sobre violencia en la frontera.
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