Colegial trans tuvo honor de llevar Pabellón
Sonaron las primeras notas del saludo a la bandera y Sean Miranda caminó por la alfombra roja con paso firme y semblante serio, llevando en sus manos el Pabellón Nacional.
Tal honor se le concedió como un reconocimiento a su valor, por formar un grupo en el colegio para defender los derechos de la comunidad LGBTI, luego de revelar, hace dos años, ser una persona trans.
“Para ser seleccionado, fue porque yo tengo en el colegio un grupo de apoyo a la comunidad LGBTI. Este grupo es importante, porque hace que las personas entiendan sus derechos y que quieran sobresalir”, contó Miranda.
“Somos personas igual que todas las demás y tenemos los mismos derechos. Necesitamos que nos tomen en cuenta para muchas cosas, porque tenemos mucho que ofrecer al país; sinceramente, no somos los demonios que nos dicen muchas religiones.
“Uno no quiere admitir de hecho que uno es trans, cuesta mucho admitirlo porque uno tiene mucho miedo. Y ya cuando usted lo admite... no sé, es algo inexplicable. Ya cuando usted dice: ‘Soy trans’, no es más un miedo, es un orgullo”, explicó Sean, sonriente.
“Sean, poco a poco, se incorpora a la sociedad, gracias a la mentalidad de algunas personas. Afortunadamente, nació en una familia donde siempre fuimos de mente muy abierta”, dijo su abuelo Miguel Solís.
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