Dos colados entraron como ‘Pedro por su casa’
→ Señora y trailero fueron testigos del traspaso sin tener boletos de ingreso
Aunque no tenía entrada, Anáis Alfaro Espinoza, de 62 años y vecina de Lomas de Desamparados, se arriesgó y decidió enrumbarse hacia la plaza de la Democracia.
Y tuvo éxito, pues bien temprano doña Anáis se instaló en el primer asiento de la gradería de cemento.
Allí tejió una bufanda mientras esperaba que dieran inicio los actos protocolarios.
“No tuve problemas. Le dije al policía que no tenía entrada y él me dijo: ‘Pase, pase’ y aquí estoy”, relató la mujer.
Ella contó que no es la primera vez que acude a este tipo de actividades. Desde que Óscar Arias Sánchez asumió su segundo mandato, en el 2006, no se pierde ningún traspaso.
“La primera vez vine con mis hijos. Hoy (ayer) vengo sola”, manifestó Alfaro.
Dijo que es liberacionista, pero votó por el Partido Acción Ciudadana (PAC), “a pesar de todo lo que han dicho de Luis Guillermo Solís”. Es una emprendedora y, actualmente, estudia en la Escuela Sor María Romero, en Lomas.
“Ojalá que el presidente no se olvide de los adultos mayores”, dijo, al tiempo que le recordó al nuevo mandatario la urgencia de arreglar las calles y generar más fuentes de empleo.
Trailero ‘ilegal’. En otro sector de la plaza, Fernando Araya, de 56 años y vecino de Santa Ana, aprovechó el descuido de un vigilante para “meterse” .
“Sabía que había esta actividad y no quería perderme esta oportunidad. Es la primera vez que vengo a un traspaso”, comentó el chofer.
Araya, quien trabaja como trailero, contó que hace un mes sufrió un preinfarto. Lo atendieron en el Hospital San Juan de Dios, donde le practicaron un cateterismo cardíaco.
“¡Colado!, así entré. No quería perderme un cambio de poderes. Vienen presidentes de otros países, y es tanta la emoción, que aquí estoy. Pido a Dios que lo bendiga, para que lleve al país adelante”, dijo este abuelo de tres nietos, quien espera volver a manejar en 22 días.
Entre las personas que acudieron a la plaza de la Democracia, había una familia de Pérez Zeledón. Ellos sí tenían entrada oficial y aprovecharon la visita para tomarse un selfi.
Ubicados en las graderías de la plaza, lograron tener como fondo de esa fotografía del recuerdo la tarima donde, minutos después, tomaría las riendas del país Carlos Alvarado.
Se trata de Lilliana Fernández y sus hijos Adrián y Juan Carlos Céspedes Fernández, quienes votaron por Alvarado.
“Hace dos días llegamos a San José. Nos quedamos donde un familiar. Hay que aprovechar estas ceremonias de la democracia. Fueron unas rondas electorales muy cargadas y emocionantes.
”Voy a pedirle al nuevo presidente que no nos defraude. Esta es una oportunidad de oro que le está dando el país para enderezar un poco las cosas porque este país no se nos puede ir de las manos”, dijo Fernández
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