Alvarado hereda brasa fiscal, alto desempleo y baja inflación
D Nuevo mandatario reconoce que el tiempo se agota para atacar problema de las finanzas públicas
→Deuda pública roza niveles riesgosos y desocupación es la más alta en 4 años
→La inflación está dentro del rango meta y el precio del dólar sigue estable
El gobierno de Carlos Alvarado recibe una brasa fiscal, que, de no bajarle pronto la temperatura, podría afectar la estabilidad económica del país.
Alvarado tiene claro el poco tiempo que maneja para afrontar el problema de exceso de gastos sobre ingresos del Gobierno (déficit) y por eso hizo un llamado en su discurso de este 8 de mayo.
“Esta será la quinta administración que, de manera sucesiva tendrá que lidiar con este tema (el déficit fiscal), con una diferencia radical en relación con las cuatro anteriores: el tiempo está a punto de agotarse para esta reforma”, dijo. R NOTA EN PÁGINA 4.
El déficit de cada año significa préstamos nuevos, lo cual ha llevado el saldo de la deuda a rozar el 50% de la producción, un límite que la coordinadora del equipo económico, Edna Camacho, considera insostenible, pues pone la economía en una situación vulnerable ante choques internos o externos y eleva, sensiblemente, el riesgo crediticio.
“El principal reto del señor presidente es reducir significativamente la vulnerabilidad fiscal, antes de que afecte el comportamiento de otros sectores clave”, puntualizó el exministro de Hacienda, Francisco de Paula Gutiérrez.
Entre los primeros perjudicados con el alto déficit del Gobierno, se encuentran las personas y empresas que tienen crédito y ya comienzan a ver el incremento en los intereses.
En el último año, la tasa básica, un promedio de las tasas para ahorros que se usa de referencia para préstamos, subió 1,55 puntos (entre abril del 2017 y abril del 2018).
Y es que el Gobierno presiona al alza las tasas de interés al competir con las entidades financieras por captar recursos. R VEA GRÁFICOS Producción y desempleo. Para el economista Luis Mesalles, el otro reto importante de la nueva administración tiene que ver con la recuperación de la senda de crecimiento económico y la reducción del desempleo.
“El anterior Gobierno tuvo la suerte de un entorno internacional favorable, y. aun así, la economía ha crecido menos que el promedio histórico del país y, además, se viene desacelerando. A esta administración le tocará retomar las políticas que fomenten la competitividad del país, que el Gobierno anterior dejó totalmente olvidadas”, refirió Mesalles.
Respecto al mercado laboral, el investigador Juan Diego Trejos considera que los últimos resultados de la Encuesta Continua de Empleo, al primer trimestre de este año, reflejan un deterioro en las condiciones del mercado laboral.
Este especialista argumentó que hay una reducción, absoluta y relativa, de la fuerza de trabajo y de los ocupados en Costa Rica, un aumento del desempleo, al 10,3%, el mayor en cuatro años, acompañado de un deterioro en los ingresos reales provenientes del trabajo.
Inflación y tipo de cambio. A su vez, el nuevo Gobierno recibe estabilidad en dos indicadores importantes para la población: la inflación y el tipo de cambio.
Respecto a la inflación, se mantiene dentro del rango meta previsto por el Banco Central de Costa Rica, entre 2% y 4%.
El economista José Luis Arce prevé que el Central seguirá concentrado en mantener la inflación baja, tal cual señala su mandato legal.
“Eso sí, hay que tener presente que el entorno internacional, a diferencia del Gobierno anterior, presenta mayores presiones inflacionarias. Eso significa que la tendencia alcista observada en los últimos meses se mantendrá, aunque moderada”, explicó Arce.
Mientras tanto, en el mercado cambiario, el precio de la divisa sigue estable, sostenida en diferentes momentos por la intervención del Banco Central, según señaló Gutiérrez.
Para Arce, el nuevo presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, a partir de agosto probablemente sea más consistente en su manejo cambiario y su declaración de operar bajo un esquema de metas de inflación.
“En ese sentido, sin ser insensible completamente a la volatilidad o a las presiones para que la moneda se aprecie o se deprecie fuertemente en periodos cortos, percibo un Banco dejando más margen para la flexibilidad en el mercado de divisas”, detalló Arce.
Añadió que eso no significa que espere una depreciación o apreciación fuerte. Lo que implica es que se permitiría más flotación del precio de la divisa.
Arce exteriorizó su preocupación porque la incertidumbre del ajuste fiscal pueda generar presiones cambiarias, especialmente en un escenario donde los portafolios de los agentes económicos están concentrados en el corto plazo.
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“EL PRESIDENTE ALVARADO RECIBE
UNA ECONOMÍA CON CRECIMIENTO MODERADO, ALTO DESEMPLEO, VULNERABILIDAD FISCAL Y BAJO NIVEL DE CONFIANZA DE LOS AGENTES ECONÓMICOS
(...) CON BAJA INFLACIÓN, UN TIPO DE CAMBIO’’ RELATIVAMENTE ESTABLE. Francisco de Paula Gutiérrez
Expresidente, BCCR