Iglesia de Chile sufriría terremoto por abuso sexual
→ Pontífice echaría a varios prelados y ordenaría cambios en la jerarquía
SANTIAGO. AFP. - Un grupo de 31 obispos de Chile están convocados en Roma para reunirse a partir del lunes con el papa Francisco, en lo que se anticipa será un terremoto para la Iglesia chilena y un mensaje inequívoco del Vaticano sobre los abusos sexuales.
El viaje tiene lugar dos semanas después de que Francisco recibió a tres víctimas de abusos sexuales del sacerdote chileno Fernando Karadima, en un encuentro en el que les pidió perdón y les aseguró que tomaría medidas para subsanar el daño.
“Le pedimos al Papa directamente que no le tiemble la mano con aquellos que tienen que ser considerados, no como responsables de un pecado, sino de un crimen y de la corrupción más profunda que puede tener una sociedad”, manifestó entonces José Andrés Murillo, una de las víctimas.
Según barajan miembros de la Iglesia y expertos, Francisco cesará a varios obispos, entre ellos a Juan Barros, prelado de Osorno (sur del país), a quien se le acusa de encubrir a Karadima. También ordenaría una completa reorganización de la jerarquía eclesiástica chilena.
“El Papa busca dar una señal de cambio; si no, no nos llamaría a Roma. No es para alabarnos o ‘sobarnos el lomo’”, manifestó el obispo de Aysén, Luis Infanti, al diario La Tercera.
Una fuente de la Conferencia Episcopal confirmó el viaje a Roma de 31 de los 32 obispos chilenos, en respuesta a la “invita- ción abierta” que les hizo Francisco. El único ausente será Andrés Arteaga, prelado auxiliar de Santiago, quien está retirado de las actividades públicas por razones de salud.
A la cita fueron invitados también varios prelados eméritos y cardenales. Cada uno se paga su propio pasaje y su estadía, de acuerdo con la fuente.
Factura a los obispos. El tono que debería adoptar Francisco se desprende de los términos de la reciente carta que envió a los obispos chilenos, en la que los citó a Roma tras reconocer haber “incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada”.
¿Quién informó mal al Papa sobre los alcances de las denuncias de abuso sexual en Chile? Todo apunta al nuncio apostólico, Ivo Scapolo, encargado oficial de hacer llegar a Roma cualquier tipo de información, y al cardenal Francisco Javier Errázuriz, miembro del grupo “G9”, el órgano de máxima confianza de Francisco, quienes también deberían ser sancionados por el jefe de la Iglesia católica.
Se espera igualmente la salida del arzobispo de Santiago, Ricardo Ezatti, quien desoyó las denuncias contra el sacerdote Fernando Karadima.
Las medidas “que a corto, mediano y largo plazo” adoptará Francisco serían, también, un punto de inflexión en la forma en que la Iglesia afronta las acusaciones de abuso sexual.
“Chile es, en estos momentos, un laboratorio en el que Lo que viene
“LO QUE YO PREVEO ES UN GRAN REMEZÓN EN LA IGLESIA CHILENA. ME REFIERO A LA SALIDA DE OBISPOS (...) Y A DARLE UN NUEVO RUMBO A LA IGLESIA
’’ EN CHILE.
Monseñor
Luis Infanti
Obispo de la diócesis de
Aysén, Chile
Caloia se presentó ante el tribunal, mientras su abogado y coacusado Gabriele Liuzzo, de 95 años, estuvo ausente por su edad. El delito. Según la Fiscalía, los acusados vendieron apartamentos a precios por debajo de los del mercado a compañías controladas por ellos, las que los revendieron y los acusados se quedaron con la diferencia. Cuentas congeladas. Las autoridades del Vaticano congelaron 17 millones de euros ($20 millones) en las cuentas de los acusados en el banco del Vaticano e hicieron congelar otros 10 millones de euros ($12 millones) en las cuentas de Liuzzo en Suiza.
Francisco se juega parte de su credibilidad”, escribió José Manuel Vidal, un español especialista en asuntos del Vaticano y director del medio en Internet Religión Digital.
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