CCSS acorrala el tabaco desde cines, redes y tele
Probablemente, usted estaba sentado muy cómodamente en la butaca del cine cuando le saltó, desde la pantalla, un mensaje contra el humo del tabaco de tercera mano.
Ese humo no se disipa con solamente abrir las puertas y ventanas o echar un aerosol aromatizante. Se queda en el ambiente y tiene el potencial de entrar en el organismo y hacer el mismo da- ño que cuando se aspira de manera directa y va a dar a los pulmones.
Crear conciencia sobre el daño del tabaco en todas sus presentaciones es el objetivo de una agresiva campaña de medios que lanzó, este mes, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la cual, seguramente, habrá visto en el cine, las redes sociales y por televisión. El consumo de cigarrillos es una de las principales causas de enfermedad car- diovascular. Unos siete millones de personas al año mueren por enfermedades relacionadas con el fumado.
En el caso costarricense, los gastos asociados al tratamiento de enfermedades vinculadas con el fumado ascienden, anualmente, a ¢129.000 millones, los cuales equivalen al 0,47% del producto interno bruto (PBI) y al 4,8% anual de todo el gasto público en salud.
En cambio, la recaudación de impuestos por la venta es alrededor de ¢34.000 millones anuales, según reveló un estudio publicado por el Ministerio de Salud el año pasado. Este monto solo representa el 27% del gasto en Salud.
La estrategia se prolongará hasta setiembre.
Los temas que abarcará son diversos. En una primera fase, el mensaje hace énfasis en los efectos del humo de tercera mano, que es el que impregna objetos y espacios, como paredes, ventanas, puertas o muebles.
Según la Caja, este tipo de estrategias dio resultado porque el consumo de cigarros bajó. Aunque la institución no brindó cifras, asegura que ese descenso quedó registrado en la última encuesta de riesgo cardiovascular, que se hace cada cinco años. La última se publicó en 2015.
Ese estudio halló que un 13% de la población mayor de 19 años fuma. Entre los hombres, la prevalencia es mayor: 18,8%, especialmente en el grupo entre los 20 y 39 años. Entre las mujeres, un 8% fuma, con mayor prevalencia entre los 20 y 39 años.
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