‘El PLN ha sido víctima del éxito de sus políticas’
→ Documento cita 10 posibles causas de la derrota en las pasadas elecciones
El PLN tuvo tanto éxito en mejorar la calidad de vida de la población en el pasado, cuando fue Gobierno, que propició el surgimiento de minorías con intereses distintos, no representados por esa agrupación.
Esta es una de las hipótesis que maneja el Partido Liberación Nacional (PLN) para explicar la contundente derrota que sufrió en las elecciones del pasado 4 de febrero.
“Al parecer, el PLN ha sido víctima del propio éxito de sus políticas”, destaca el informe La crisis de representación del Partido Liberación Nacional, preparado por la Secretaría de Planes y Programas de la agrupación socialdemócrata.
“El éxito que hemos tenido creando una nueva sociedad generó una serie de nuevos actores políticos, especialmente grupos de jóvenes con nuevas agendas, nuevos problemas, a los cuales no hemos logrado construir una narrativa, un discurso político.
”A pesar de que surgen gracias a las políticas de Liberación, la narrativa nuestra responde todavía al pasado, es un tema que tenemos que revitalizar”, explicó Max Loría, secretario de Planes y Programas de Liberación.
El texto propone como punto de inicio el cambio en el modelo económico del país que impulsó Liberación en la década de los años 80, el cual califica como de “amplio beneficio para las mayorías”, pero a la vez creó dos bandos que se alejaron por igual del Partido.
“Al final, tenemos un partido muy desconectado de los movimientos y actores sociales. No están los tradicionales como los sindicatos, los campesinos, los educadores o los empleados públicos. Pero tampoco los nuevos como los defensores del medio ambiente, los que buscan la equidad de género, los de la diversidad sexual, los animalistas u otros muchos y cada vez más diversos”, destaca el informe.
Cae apoyo. EL PLN emprendió un proceso de autoexamen en el momento en que se encuentra más diezmado: el del 4 de febrero fue el peor resultado electoral en toda su historia, la cual se inició en 1951 y ya suma 17 procesos electorales.
Las señales de la caída en el apoyo al Partido fueron evidentes en el 2002, cuando el entonces candidato Rolando Araya obtuvo un 30% de los votos y terminó perdiendo en segunda ronda frente al socialcristiano Abel Pacheco.
En esa ocasión, los verdiblancos consiguieron ganar en la primera vuelta en 19 cantones de los alrededores de la Gran Área Metropolitana (GAM) y Guanacaste.
En 2006, Liberación remontó con el apoyo justo para ganar en primera ronda. El 40% de los votos que amarró Óscar Arias salió, principalmente, de la periferia del país.
Luego, Laura Chinchilla se dejó la elección del 2010 con un 46% de los sufragios y ganó en todos los cantones del país, excepto en Valverde Vega, donde la superó Otto Guevara, del Movimiento Libertario.
Cuatro años después, los números se vinieron abajo: su aspirante, Johnny Araya, pasó al balotaje con un 29% de los votos y perdió en 30 de los 31 cantones de la GAM.
Este año, el PLN no pudo sostener, al menos, su hegemonía en las costas, donde se impuso el Partido Restauración Nacional. Esta vez, Liberación ganó solo en 11 cantones y obtuvo un 18% de los votos.
La crisis de representación es una de 10 posibles causas de la derrota que la Secretaría de Planes y Programas explora en su informe, el cual está dividido en motivos de carácter estructural y otros coyunturales.
En la primera categoría también se incluyó la crisis del sistema de partidos políticos y el agotamiento de la aspiración de tener un Estado que busque “la igualdad y la homogeneidad básica de todos sus habitantes”, el fin del bipartidismo y la idea de la “corrupción” de la política.
Como causas coyunturales, se señalan el caso del cemento chino –injustamente, según los autores–, la candidatura presidencial de Juan Diego Castro, la opinión consultiva de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el matrimonio homosexual y el surgimiento de la discusión sobre la “ideología de género”.
A esas posibles causas, Fernando Zamora, secretario general de Liberación, añade la forma “ultraterritorializada” en la que el Partido se organiza y elige a sus representantes.
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