‘El Teatro Nacional es cada vez más de los costarricenses’
Fred Herrera estará un periodo más al mando de la institución cultural. Él ha hecho suya la causa de intervenir, arquitectónicamente, el edificio, un proyecto que costaría más de ¢17.000 millones
El Teatro Nacional está de moda. Así lo confirmaron las 7.000 almas que hicieron fila el fin de semana anterior para conocer, gratuitamente, hasta el último rincón del majestuoso edificio.
Haber acogido en un coctel a los líderes internacionales que asistieron al traspaso de poderes el 8de mayo, puso la entidad cultural en el ojo público y despertó la curiosidad de los ciudadanos por adentrarse en los pasillos de esta joya. A eso se une que la Asamblea Legislativa lo declaró, el 5 de febrero pasado, símbolo nacional: el primer inmueble en lograr tal distinción.
Así se ha ido arando el terreno para impulsar una intervención arquitectónica por $31,6 (más de ¢17.000 millones), cuyo fin es convertir el edificio en un sitio más seguro para los visitantes y con una mecánica teatral moderna. Esto se llevaría a cabo entre el 2019 y el 2021.
Fred Herrera, director de la entidad durante la gestión anterior y quien se mantendrá para este nuevo periodo, ha sido el abanderado de la causa por la remodelación de la estructura.
¿Qué viene para el Teatro en los próximos cuatro años? El jerarca del emblemático espacio habló sobre ello con La Nación.
--- La apertura de los ciudadanos por “vivir” la arquitectura del Teatro se hizo evidente el fin de semana anterior. ¿A qué atribuye que se vaya desvaneciendo la concepción del “teatro para ricos” y que ahora la gente lo sienta más cercano?
--- El Teatro se ha ido moviendo, históricamente hablando, de ser el gran teatro de la sociedad refinada de San José, al teatro de la nación, con toda la formalidad y el peso simbólico que eso tiene. Acaban de ocurrir dos eventos de resonancia simbólica y jurídica: la declaratoria como símbolo. Estar en el mismo rango que la bandera, el escudo, el himno de nuestra República, es alcanzar un rango muy alto y nos obliga a tener esa pasta.
”El expresidente don Luis Guillermo Solís firmó undecreto ejecutivo en el que se ordena que elTeatro Nacional sea aliado estratégico del Ministerio de Educación Pública (MEP). (Esto en un incentivo al programa entre ambas entidades, Érase una vez, que lleva a escolares y colegiales a disfrutar de puestas en escena de danza, teatro y música en el Teatro Nacional). En este momento, el principal usuario del Teatro ya no es la Orquesta Sinfónica, sino el MEP.
”Eso encierra la respuesta a la pregunta: sociológicamente, ahora estamos recibiendo a miles de estudiantes de todo el territorio, gente de todas las provincias, de todas las comunidades, de colegios privados y públicos. Ha hecho un movimiento (la entidad), y ha reafirmado, de un modo contundente, con cifras, que el Teatro es, cada vez más, el teatro de todos los
costarricenses”. --- ¿De qué manera caló en los costarricenses ese guiño que le hicieron al Teatro el presidente Carlos Alvarado y la primera dama, Claudia Dobles, al acoger el coctel luego del traspaso?
--- Tuvimos la anuencia del presidente electo de venir a subir el piso del Teatro, con la primera dama y los vicepresidentes. Fue un acto casi físico, de apoyo a la entidad, moviendo la máquina y, muy simbólicamente, levantando el piso de la luneta –que es el piso de la realidad, donde está el público– e igualando el espacio de esa realidad con el espacio de la escena (el escenario), que es el espacio de los sueños, del tabú y de la metáfora poética.
”O sea, es lindísimo decir ‘yo apoyo para levantar la realidad’ y que se empate un poquito más, aunque fuera por unas horas, con el espacio de los sueños, de las utopías y de lo que todos queremos para Costa Rica. Creo que ese mensaje fue potentísimo y el público lo percibió así”.
--- ¿Qué ha surgido de los coloquios convocados para escuchar la opinión de distintos sectores sobre la intervención arquitectónica del Teatro?
--- Hemos logrado, poco a poco, oyendo las observaciones y las críticas constructivas que las distintas personas nos han hecho, ir corrigiendo y afinando los alcances del proyecto.
”Por ejemplo, ya no estamos contemplando abrir salidas de emergencia en la sala principal. Lo primero que se planteó, por el problema del movimiento en esa sala, fue abrir dos salidas de emergencia en los palcos número dos (del lado izquierdo y derecho de la sala), porque ambos tienen salidas directas a la calle. Pero después de valorar esa propuesta, hemos descartado esa hipótesis. Lo que estamos proponiendo es reubicar las butacas para espaciar más las líneas entre los asientos, abrir dos corredores laterales y ensanchar el pasillo principal”. --- ¿Y sigue en pie la idea de eliminar 80 butacas de las 750 que constituyen la sala principal? --- Sí, exacto.
--- ¿Eso no afecta la taquilla? --- Tenemos el desafío de compensar el número de butacas por un mayor porcentaje de asistencia y de llenazo de cada espectáculo (...). La eliminación de espacios no necesariamente se traduciría en una reducción
de ingresos si logramos mejorar la preventa y la convocatoria para cada espectáculo. --- ¿Por qué, a pesar de los coloquios y de la comunicación, sigue habiendo detractores?
--- Le tengo una gran noticia: ayer (jueves 17 de mayo) me reuní con toda la Junta Directiva del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), y yo siento que esta nueva Junta estámucho más afinada con el Teatro Nacional... Siento que es la primera vez que oyen, con más claridad, y de mi propia voz, los alcances, y que ellos mismos ahora están cambiando de opinión. --- ¿Pero cuál es su lectura de que el proyecto siga teniendo tanta resistencia?
--- Yo pienso que el proyecto, porque es complejo, necesita unaserie de explicaciones detalladas, que es la que yo le anuncio a la ciudadanía que estoy en la mejor disposición de hacer.
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El Teatro se ha ido moviendo, históricamente hablando, de ser el gran teatro de la sociedad refinada de San José, al teatro de la nación”.