Macho Coca cae por ayuda a ladrones de combustible
Empresario de Limón estaría ligado a banda que asaltó poliducto
El OIJ detuvo al empresario limonense Gilbert Bell Fernández, conocido como Macho Coca, al vincularlo con el supuesto apoyo logístico a una banda dedicada a robar combustible del poliducto de Recope.
El perjuicio económico causado por este grupo, solo entre noviembre del 2016 y mayo de este año, es de ¢2.092 millones, según el Organismo de Investigación Judicial.
Wálter Espinoza, director de la Policía Judicial, explicó que, aparentemente, Bell, de 55 años y quien está relacionado con el sector pesquero en Limón, aportaba dinero y prestaba vehículos y propiedades para almacenar el hidrocarburo a cambio de recibir una parte.
“La organización criminal se dedicaba a sustraer gasolina súper y plus 91 (regular), diésel y Jet-A1 (combustible para avión) del poliducto de Recope, en el tramo que va de Limón a Ochomogo (Cartago, que es de 125 kilómetros). Ellos articularon acciones para apoderarse de este y comercializarlo de manera ilegal”, afirmó el jerarca.
Al parecer, luego de sustraer el combustible, la agrupación llenaba tanquetas y estañones que trasladaban a predios y, posteriormente, lo comercializaban en la zona caribeña.
Estructura. En 19 allanamientos desplegados este martes por las autoridades en Limón, se detuvo a Bell y a otras 13 personas, entre esas al líder de la banda, apellidado Ramírez Rodríguez.
También a dos individuos de apellidos Villalobos Bustos y Delgado Sandí, quienes, al parecer, recibían el combustible y luego lo vendían, al igual que un guarda de seguridad de una compañía que brindaba servicios
subcontratados a Recope.
Espinoza dijo que están pendientes dos capturas más.
Se estableció que en la organización unos se dedicaban al transporte, otros a la extracción y otros a las tareas de instalación de las tomas.
“El grupo estaba bien estructurado y tenía el negocio establecido. Mejoraron sus habilidades y destrezas, por lo que contaban con una red de distribución importante”, agregó.
Ileana Mora, fiscala subrogante, detalló que la mayoría de extracciones se hacían de noche y que, en una ocasión, amenazaron a un encargado de seguridad con un fusil AK-47, cuyo uso está prohibido en el país.
Las evidencias recopiladas contra la banda son claras.
Se les incautó un arma AK-47, municiones, un chaleco antibalas, un facturero en blanco de una gasolinera, mangueras especiales para sustraer combustible, camiones con tanquetas, vehículos tipo pick-up y ¢600.000 en efectivo.
Mora precisó que han recibido 52 denuncias por robo de combustible en ese poliducto, pero por ahora solo siete fueron acumuladas a esta pesquisa.
“En abril 2017 y el 22 de marzo de este año, las autoridades judiciales lograron hacer tres decomisos. Uno fue de 70.000 litros y otro de 2.100 litros. Además, en el último caso se detuvo, en carretera, un camión de la organización que transportaba 14 tanquetas de plástico con 1.000 litros de combustible cada una”, resaltó la fiscala.