Auditoría secreta revela pagos indebidos en Mundial Sub-17
▶ Firmas recibieron más de lo pactado y hasta se concedieron créditos personales ▶ Falta de procesos de licitación y posible conflicto de interés directivos-oferentes
Empresas que recibieron más dinero de lo contratado, pagos sin que mediaran documentos, dineros no reembolsados a la FIFA y hasta préstamos a empleados de la Fedefútbol o del comité organizador del Mundial Femenino Sub-17, efectuado aquí en el 2014.
Esos hallazgos, y otros revelados por este diario en los últimos días, quedaron al descubierto gracias a una auditoría forense de índole confidencial hecha por la firma Ernst & Young (EY), a pedido de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).
El informe de los auditores también destaca la falta de procesos de licitación, las compras a proveedores señalados a dedo, posibles conflictos de interés entre federativos y los oferentes, sobrecostos en su suministro, uso del dinero con otros fines, ausencia de procedimientos confiables en el ma- nejo de los fondos privados y hasta un miembro del Comité de Adjudicaciones elegido como proveedor.
Según destaca el auditoraje, el documento “no puede ser divulgado a terceros ajenos a la FIFA sin la previa autorización por escrito de EY, a excepción de las personas autorizadas a las que hace referencia en el párrafo 12, inciso e, del anexo A, del contrato de servicios celebrado el 09 de febrero del 2017”. R VEA NOTA APARTE.
Toda la información fue suministrada por la misma Fedefútbol y pese a ello, y a tener la documentación del Mundial, los auditores no encontraron respuesta a varias interrogantes, como el misterio sobre $50.000 cancelados casi un año después de terminado el citado torneo mundialista.
“EY no tuvo evidencia del beneficiario final sobre un desembolso realizado el 31 de marzo del 2015 por $50.000 que corresponden al número de cheque 759. La única referencia que tuvo al alcance EY es por el concepto de ‘Pago Cheque de Compensación’”, reza el informe.
La firma auditora vincula muchos de esos hechos con la injerencia de los entonces presidente y secretario general de la Federación, Eduardo Li y Rafael Vargas, respectivamente.
Li, quien está preso en Estados Unidos acusado por tres delitos ligados al FIFAGate, espera sentencia el próximo 24 de setiembre.
Los auditores elaboraron un cuadro de responsabilidades, según la participación en la gestión y organización de la Copa Mundial Sub-17. El informe incluye a varios de los actuales miembros del Comité Ejecutivo de la Fedefútbol.
A Rodolfo Villalobos, el actual jerarca, le asignó un grado de responsabilidad medio, al igual que al federativo Noel Ibo Campos y la secretaria general, Margarita Echeverría. Además, se consideró baja la responsabilidad de Sergio Hidalgo, también federativo en esa época y en la actualidad.R VEA ILUSTRACIÓN.
Figuran con una participación alta Vargas, quien fue destituido en diciembre del 2016 por mutuo acuerdo; Víctor Hugo Alfaro (actual federativo), Juan Carlos Román ( exdirectivo), así como el director ejecutivo del Comité Organizador, Federico Rojas; la directora ejecutiva por unos meses, Yolanda Camacho, y José Gerardo Castillo, director financiero.
Amigo de constructores. EY detectó un fuerte vínculo de amistad entre Li y dos proveedores de construcción: Zebol Construcciones Z &B S. A. y 3-101561660 S.A., relacionada con la empresa MS Construcciones, del Ingeniero Solo de Saldívar.
En el caso de Zebol Construcciones Z & B S.A., se le pagaron $701.518 mientras que lo estipulado en el contrato eran $492.000. Otra empresa de construcción, Superficies de Centroamérica, fue contratada por $215.000, pero recibió $241.796. “EY no identificó la existencia de Adendas o Modificaciones del contrato que respalden los costos adicionales”, destaca el estudio. También Vargas fue señalado por varios entrevistados de la firma auditora por un potencial conflicto de interés con los proveedores Inversiones Gerardo Chavarría (alimentos y bebidas), Isaseca (Seguridad), Clean Solutions (limpieza y mantenimiento) y Excursiones Marvi ( trans-
porte).
Aunque el informe recalca que si bien no pudo probar ese presunto conflicto de interés entre Vargas y Chavarría –este último denunció y fue querellado por pedir una investigación por unas donaciones que dice haber entregado al presidente Villalobos–, sí hizo notar un par de situaciones llamativas.
Una de ellas es que no identificó comparaciones de precios con otros proveedores o evidencia de las razones por las cuales se contrató a Chavarría, y que en las solicitudes de órdenes de compra se indicó en el tipo de trámite “compra directa”.
Dudas por pagos.
A la empresa de Chavarría le pagaron $27.598, de los cuales, conforme a EY, se identificaron seis facturas por un total de $4.617 con fecha 2 de mayo del 2014, posterior a la finalización de la Copa Mundial.
Chavarría confirmó que su empresa fue contratada sin concursar, posiblemente por la experiencia que tenía en esos eventos y por “la colaboración que siempre he dado a la Federación en los partidos”.
Desde el 2011 y hasta la terminación de la pasada eliminatoria de la Tricolor, su empresa de comidas viene suministrando el servicio en los juegos internacionales de la Mayor y, salvo en una ocasión, nunca tuvo que competir con otro proveedor.
La misma situación de falta de concurso fue detectada en relación con Isaseca, a la que se le desembolsaron $8.544 por una factura, mediante dos cheques, del 20 de diciembre del 2013 y el 9 de enero del 2014, muchos meses antes del Mundial Sub-17.
En referencia a esta empresa de seguridad, el informe señala que “se identificó inconsistencias entre la cantidad de oficiales indicados en la solicitud y la orden de compra”. Igual llamó la atención que una factura fuese pagada un día después de la fecha en que fue emitida.
Otro de los pagos cuestionados fue la suma de $2.655 a la empresa “O Keith Organización de Eventos S. A.”, correspondiente a un almuerzo para 25 personas. Dicha firma pertenecía a Óscar Keith, quien se desempeñaba como gerente de Hospitalidad y Protocolo y cobró en seis meses la suma de $12.850 por ese concepto.
En el caso de Excursiones Marvi, el auditoraje señala que se detectaron pagos por $41.270 previos al torneo mundialista, así como posteriores al evento por $83.769. La conclusión sobre este proveedor y conforme a las entrevistas de los auditores, fue que los servicios de este proveedor fueron solicitados en exceso, cuando se tenía un patrocinador en ese rubro, la marca Hyundai, cuyos vehículos no se utilizaron aun cuando estaban disponibles.
Una funcionaria de la Fedefútbol citada en el documento aseguró que la empresa fue impuesta por Li y Vargas. También dijo que las firmas competidoras estaban integradas por los mismos dueños de Marvi, y que se realizaron varias presuntas solicitudes de servicios sin proceso de contratación.