Ortega reprime a manifestantes con nuevas estrategias
→ Incendios a medios y secuestros de estudiantes son algunas denuncias
WASHINGTON Y MANAGUA. AFP. - Más de 50 muertos en las últimas dos semanas, así como secuestros, incendios a medios y posibles ataques con pesticidas: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció ayer más violencia y nuevos tipos de represión de las protestas contra el Gobierno en Nicaragua.
“No se trata exclusivamente de un escalonamiento de la violencia, sino también de nuevas formas y prácticas represivas. Parece que hay una nueva frontera de la represión instalada en el país”, manifestó el secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrão, quien cifró en 127 los fallecidos confirmados por la Comisión desde el inicio de las manifestaciones, el 18 de abril.
En este contexto, Abrão informó de que la CIDH pidió el martes al gobierno de Daniel Ortega medidas de protección a favor del sacerdote Edwin Romany y del activista Álvaro Leiva, secretario de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos, por considerar “altamente en peligro” su vida e integridad.
Horas después, la Conferencia Episcopal de Nicaragua anunció que el mandatario Daniel Ortega aceptó reunirse hoy con los obispos para analizar la posibilidad de reanudar el diálogo con los opositores, ante la grave crisis que vive el país.
La reunión será a las 3 p. m. en la Casa de los Pueblos, el centro de convenciones del Gobierno, en Managua, informó la Conferencia en un comunicado.
Desde que comenzaron las manifestaciones, la CIDH otorgó medidas cautelares en favor de 24 personas y sus núcleos familiares.
Nuevas formas de violencia. Abrão dijo que el ambiente de violencia persiste en Nicaragua, a pesar de la visita de la CIDH a mediados de mayo, que emitió 15 recomendaciones que el gobierno de Ortega hizo “suyas” y de la anuencia estatal a la creación de un grupo de especialistas internacionales para investigar lo ocurrido.
“Según 1.007 testimonios, más de 900 recibidos durante la visita, confirman la acción represiva del Estado detectada en el informe preliminar”, dijo.
Aquel reporte identificó abusos de la autoridad, incluida fuerza letal para reprimir a los opositores, ejecuciones extrajudiciales, tortura y malos tratos en cárceles, amenazas y violaciones al derecho a la libertad de expresión.
Ahora, la CIDH detectó secuestros de jóvenes universitarios, incendios a medios de comunicación y edificios estatales, hostigamiento de adultos mayores, ataques contra buses que recogen a personas resguardadas en universidades e iglesias tras hechos represivos, y denuncias de un ataque con pesticidas.
“Hay una instalación cada vez más progresiva de un grave impacto psicológico y físico en la población civil de Nicaragua”, manifestó Abrão.
“Es una masacre; nos están atacando de todas las maneras posibles. Son unos genocidas”, aseveró Fernando Sánchez, integrante de la Coalición de Estudiantes de Nicaragua, invitado por la CIDH.
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