Riesgo por crecida de ríos amenaza a 40 barrios
→ Deberían ser reubicados, pero no existen planes para su traslado
Unos 40 barrios o asentamientos deberían ser trasladados, pues se ubican en zonas consideradas como de riesgo potencial ante eventuales desastres, como la crecida de ríos.
Según Lidier Esquivel, jefe de Análisis e Investigación de Riesgos de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), muchos de estos casos son conocidos “históricamente”; sin embargo, distintas condiciones socioeconómicas convierten su reubicación en todo un reto para las autoridades.
Comunidades en Parrita, Ciudad Cortés de Osa y Ciudad Neily de Corredores se encuentran en el listado.
También, en la provincia de Limón hay sectores identificados, sobre todo en el cantón de Talamanca, en donde se edificaron barrios en las márgenes del río Sixaola, y en Siquirres, cerca del río Reventazón.
En Turrialba existen algunos sitios con problemas de deslizamientos, como el barrio Campabadal.
Otro de los lugares es el asentamiento en los Diques de Cartago, donde sus poco más de 6.000 pobladores no solo corren el riesgo de ser alcanzados por una crecida del río Reventado, sino también de que en caso de que active el volcán Irazú, coladas de lodo y ceniza bajar por ese mismo cauce.
En San Carlos se ubica un precario, Lotes Meco, con algún riesgo por deslizamientos.
Muchos ejemplos. De acuerdo con Esquivel, en el Valle Central abundan los ejemplos.
Entre los sitios mencionados se encuentran el barrio Cascabela en Alajuelita, las viviendas que se ubican al margen de la quebrada los Reyes y comunidades ubicadas al pie del cerro Tablazo en Desamparados.
Otro de los cerros donde se mantiene constante vigilancia es el Tapezco en Santa Ana. Ahí también hay barrios enteros que sufrirían graves daños en caso de derrumbes. Lo mismo ocurre en barrios de Lourdes de Aserrí y en Acosta.
En San Vicente de Grecia, algunas viviendas de Guararí de Heredia, el Erizo de Alajuela y el barrio de Corazón de Jesús en La Uruca también fueron mencionados por el experto.
“Podríamos estar hablando de unas 40 comunidades en conpodrían diciones de riesgo importante, donde merece la pena estar muy atentos; son barrios completos o porciones muy importantes”, dijo Esquivel.
Según el funcionario, en las comunidades con riesgos de deslizamientos se mantiene vigilancia permanente; además, se procura organizar a los vecinos para que mantengan planes de evacuación y alerta.
Actualmente, no existen planes establecidos desde el Gobierno para realizar las reubicaciones de esas comunidades.
Así lo confirmó el viceministro de Vivienda y Asentamientos Humanos, Patricio Morera, quien explicó que estos casos se deben tramitar de la misma forma en que se solicitan los bonos de vivienda ordinarios, es decir, cada caso de manera individual, o bien organizándose para pedir bonos comunales.
Agregó que en la administración anterior se hicieron modificaciones al reglamento del Banco Hipotecario de la Vivienda (Banhvi) y la Ley del Sistema Financiero para la Vivienda con el fin de facilitar la atención de quiénes están en riesgo.
“El problema de los asentamientos en zonas de riesgo a escala urbana es que a muchas personas, al estar ubicadas en esas zonas, les permite tener acceso a trabajo y educación, pero las opciones que son viables de financiar están en zonas rurales, que no son en las que las personas desean residir.
” Esto ocasiona que las personas prefieran estar en zona de riesgo a movilizarse a una región donde obtener empleo es más complicado”, expresó.
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