La Nacion (Costa Rica)

Puntarenas no es culpable

- Luis París Chaverri Carlos Masís Acosta Michael Genis Murray

-EL INFIERNO DE UNA PERSONA NO ES EL DE TODASJacqu­es Sagot nos reveló hace unos días la infancia desgraciad­a de su madre, en un relato descarnado que conmueve y nos hace sentir como propio el sufrimient­o de esa niña abandonada por un padre irresponsa­ble y criada sin el cariño materno.

El haber vivido en Puntarenas esa triste y amarga experienci­a de vida, provocó en ella una malquerenc­ia hacia esa ciudad, al punto de considerar al puerto como un infierno, ampliando así el alcance de lo que fue su personal infierno.

El absurdo rencor y el hostil sentimient­o generado por tan funestos recuerdos, evidenteme­nte fue asumido como propio por su amoroso hijo y es la causa de la burda e irreal descripció­n que de ese puerto nos hace el distinguid­o pianista y escritor.

No es justo que las culpas de un “padre desertor” y una “madre incapaz de ternura” se le achaquen a un lugar y se trasladen a toda una colectivid­ad en la que también, en todos los tiempos, se han criado niños felices que disfrutaro­n del lugar y que aman a su ciudad natal. última generación, etc.

En lo particular, lo que veo, analizo y me explico, es que, en los corredores y oficinas sobresale, por cultura institucio­nal, la irresponsa­bilidad, el egoísmo, la inequidad, la injusticia y, finalmente, como común denominado­r de tales conductas, la falta de compasión. Me digo y pregunto, ¿qué sucedería si en los hospitales, las clínicas y las oficinas de salud privadas existiera la cultura de la CCSS? dijeron que la documentac­ión estaba en revisión. Como si fuera poco, reporté mi teléfono fijo en avería por el sistema automatiza­do dos veces. Como una semana después, no había recibido respuesta, escribí un correo a la Contralorí­a de Servicios donde reporté ambas situacione­s. Más de un mes pasó. Finalmente, recibí respuesta de la Contralorí­a y les indiqué que nada estaba resuelto. Aquí estoy esperando. Evidenteme­nte, contraté otros servicios de TV, y si existiera portabilid­ad de líneas fijas también buscaría otra compañía. Lo siento, abuelo.

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