Debate sobre la legalización del aborto continuará en Argentina
→Colectivos feministas mantendrán sus demandas en la agenda política y en las calles →Reforma al Código Penal plantea eliminar las penas de cárcel a las mujeres que aborten
BUENOS AIRES. AP Y AFP. - El movimiento feminista argentino no se quedará de brazos cruzados. Pese a que el Senado rechazó un proyecto para legalizar el aborto, continuará en la lucha que ha inspirado a otras mujeres de Latinoamérica.
Las integrantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito han estado más cerca que nunca de conseguir la legalización del aborto en la tierra natal del papa Francisco y, pese al revés sufrido este jueves, piensan mantener la demanda en la agenda política y movilizarse en las calles para que su reclamo no se olvide.
Marina Cardelli, una docente de 32 años y miembro de Oleada Feminista, considera que no se trata de una derrota.
“Ganamos porque el movimiento social ya está instalado... porque logramos ver que somos fuertes y que el aborto va a ser legal; si no es mañana, será el año que viene”, afirmó.
Gustavo Bayley, un tatuador de 43 años que se manifestó a favor del aborto frente al Congreso, aseguró: “La mujer viene ganando nuevos espacios y los hombres venimos aprendiendo de los espacios que reclaman”.
Por 38 votos en contra y 31 a favor, los senadores rechazaron el proyecto que los diputados habían aprobado el 14 de junio.
“Esto recién empieza, no podrán detener la marea feminista que vino a cambiar Argentina. Más temprano que tarde será ley”, escribió en Twitter la diputada Victoria Donda, una de las impulsoras del proyecto en el Parlamento.
“Vamos a seguir peleándola, vamos a tener que seguir poniendo el lomo, como hacemos hace un montón de años”, dijo, por su parte, Sofía Spinelli, de 26 años, integrante de la agrupación política Marabunta.
En criterio de Spinelli, “se vivieron jornadas históricas porque antes éramos muchas, pero nunca tantas. La representación política no es fiel a lo que pasa en la calle”.
Algunas de las jóvenes consideraron el rechazo del Senado como una derrota. Incluso, muchas lloraron con el resultado.
Un portillo. El presidente Mauricio Macri había anunciado su disposición de promulgar la ley en caso de que fuera aprobada, pese a los pedidos de la Iglesia católica y grupos de médicos conservadores de que la vetara.
El aborto seguirá en la agenda política también merced a un proyecto de reforma del Código Penal que contempla la eliminación de las penas de cárcel para las abortistas y con el cual el Gobierno busca apaciguar al movimiento feminista.
El Ejecutivo lo enviará el 21 de agosto a la Cámara Alta como una vía intermedia entre las posturas a favor y en contra que han dividido al país.
La iniciativa propondrá, entre otras cosas, que un juez pueda eximir de pena a la mujer que aborte, que, según el Código Penal, puede llegar a recibir cuatro años de prisión.
Hasta ahora, el aborto solo está permitido en caso de violación y riesgo para la vida o salud de la mujer. Sin embargo, el primero no se cumple en todo el territorio argentino.
Activistas estiman que desde 1983 cerca de 3.000 mujeres murieron en ese país por abortos clandestinos realizados con métodos rudimentarios.
En el 2016, el Ministerio de Salud del país suramericano estimó que en el país se realizaban hasta 500.000 abortos clandestinos cada año.
Contienda en la región. La ola verde, el color que identifica a las personas que apoyan el aborto, se ha expandido y envuelve a otras mujeres de la región.
Ima Guirola, del Instituto de Estudios de la Mujer de El Salvador, dijo que la actitud del Senado argentino “es un revés” aunque aclaró: “Seguimos adelante con la discusión (de) la despenalización del aborto”.
Junto con Nicaragua, Honduras y República Dominicana, El Salvador prohíbe el aborto sin excepciones. La legislación salvadoreña penaliza incluso el aborto terapéutico y las mujeres y los médicos que realizan la práctica pueden recibir penas de dos a ocho años de cárcel.
Los proabortistas han presentado al Congreso salvadoreño un proyecto de reforma del Código Penal para la despenalización cuando la vida de la madre esté en peligro, el embarazo sea producto de una violación y el feto no tenga posibilidades de vivir fuera del útero. Pero la discusión se ha estancado por la oposición de la derecha.
En Brasil, el Supremo Tribunal Federal evalúa la posibilidad de permitir los abortos libres durante las primeras 12 semanas de embarazo.
Uruguay, Guyana, Cuba y Ciudad de México son los únicos sitios en Latinoamérica que han legalizado el aborto.
En Puerto Rico y en las Antillas y la Guayana francesa también se permite atendiendo a las legislaciones de Estados Unidos y Francia. ■